AUTOCRÍTICA E HIPOCRESIA.

No son las bases las que se han concentrado en las puertas de las agrupaciones pidiendo más democracia ( a pesar de hacer ojitos cada vez que se habla del 15M o de DRY), no son los y las militantes los que se han agrupado como corriente de opinión, los que han recogido firmas para que, con urgencia, se celebre un congreso extraordinario donde reformar estatutos ( más democracia), recuperar principios ( más socialismo) y abandonar el miserable vagaje de éstos últimos años de compadreo con la derecha económica. No son ellos ni ellas; son un grupo de dirigentes que, desde la comodidad del cargo, no exigen, piden reflexión. No amenazan con una revuelta ( sería contraproducente a nivel electoral para el candidato del aparato que ahora venden como candidato de "todos y todas", aunque sólo le han elegido unos pocos), únicamente piden en voz baja pero con eco mediático, autocrítica y un giro a la izquierda. Muy graciosa la situación.
Diego Lopez Garrido, el que fuera dirigente de la formación puente Nueva Izquierda, fundada para abrir caminos hacia el PSOE por parte de militantes de IU, se erige ( entre otros) en "autocrítico", y a mi me da en la nariz que el movimiento solo va a servir para que "se les integre" en la nueva mayoría.
Y mientras en los cenáculos mediáticos los "dirigentes" siguen reflexionando sesudamente, las bases siguen anestesiadas cuando no asidas a algún carguito. Con ésto no quiero decir que todos los militantes sean unos trepas, pues se que haberlos, los hay y de sólidos principios socialistas, aunque todavía, despues de la que está cayendo, no me explico como no han quemado el carnet.
El PsoE no tiene solución, o mejor dicho, solo tiene una solución: la refundación. Pero desde abajo, sin intermediarios, desde Asambleas abiertas de militantes, simpatizantes y ciudadanos en general que planteen crudamente la actual realidad del socialismo: intereses económicos, intereses electorales, etc.
El PsoE, la histórica organización que ha luchado por el socialismo, la democracia y la libertad lucha desesperadamente ahora por hacer creible un discurso difícil de creer: o nosotros o el caos. Yo más bien diría: con vosotros, más caos, con la extrema derecha, más caos.
El psoe solo puede recuperar parte del terreno perdido desde su refundación, desde un proceso catártico que deje en el camino a pesebreros, trepas y filibusteros de la vida fácil. Que deje en el camino los intereses económicos y prime, de una vez, los políticos. Que se transforme en una organización democrática, donde la única lealtad sea a las ideas y programas decididos por todos, con revocabilidad de cargos y revisión programática  periódica y participativa. Todo esto y mucho más es el camino que el PsoE tendría que recorrer, algo que dudo que estén en disposición de hacer con la actual dirección, con el actual grupo parlamentario y, por lo que nos toca, con la actual dirección provisional local y el grupo municipal: misión imposible.