Solo unas líneas para expresar mi más sinceras condolencias al pueblo de El Campello por tener como representantes electoralmente elegidos a un grupo de personas absolutamente apolíticas y sin ideología definida cuya mayor prioridad parece ser que no son ( como en campaña se vendió) los problemas de los trabajadores y trabajadoras, de los jovenes, de los Mayores. Cuyas prioridades pasan, principalmente, por el "tapachupi", por los herbicidas y las fiestas y el ocio, y no por como va a afrontar el gobierno minoritario de la derecha la lucha contra el desempleo, la regulación fiscal (IBI), etc. No solo pidiéndole diligencias, sino exigiéndole que ponga sobre la mesa propuestas y un plan de trabajo en torno a los problemas que sufre una gran mayoría de la población.
Los discursos condescendientes y amablemente institucionales solo sirven para consolidar a un gobierno que, pese a la minoría, goza de muy buena salud, y esta, a la vista está, pasa por la continua degeneración de la oposición mayoritaria y su conversión en una mera pieza de la institución como pudiera ser un armario o una silla.
Haber dejado sobre la mesa un asunto tan aparentemente escabroso como son los salarios y los asesores, asegura, como mínimo, un morbo añadido por ver como se reparte el botín y si se satisfacen las necesidades de todos, nuevamente con argumentos peregrinos y absurdos que justifiquen lo injustificable: salarios muy por encima de la media sin tener en cuenta la situaicón social y económica de nuestro pueblo.
La responsabilidad no se asume por interés pecuniario, sino por convicción, y la política, desgraciadamente tendría que tener un mecanismo para desacerse con urgencia de los que tienen como única prioridad sobrevivir de ella.
Salud y Socialismo.
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