¿Y ahora qué?. El "Molt Poc Honorable" ha dimitido reivindicando su inocencia y, casi denunciando una conjura judeomasónica y comunista contra el. Lo hace por España y por Rajoy, como si una cosa y otra fueran lo mismo. Se va, pero se quedan los suyos, los que han sido por activa o por pasiva consentidores, cuando no complices de las tropelias de un partido, el de la extrema derecha valenciana, que, con el apoyo incomprensible de las urnas, ha creido ( y cree) que vive en su cortijo particular. Y todo ello lo hacen teniendo a sus pies a un pueblo anestesiado y adoctrinado en el pensamiento único, caldo de cultivo para una sociedad ( como la valenciana) que vive agena a su propio futuro, dedicándose a tiempo completo a meterse el dedo en la nariz en busca de sus propias miserias
Lo que voy a decir podría parecer una barbaridad, pero tengo la convicción y el convencimiento de que es lo que debería ocurrir si la democracia actuase verdaderamente en nombre del pueblo: la ilegalización del partido de la extrema derecha. Causas las hay.
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