La pobreza tiene un día señalado en el calendario para, supongo, repensar qué hacer contra ella y como superarla. La cuestión es evidente, y ya lo planteó Marx (La acumulación de la riqueza en un polo -escribió Marx sesenta años antes que Sombart- es, en consecuencia, al mismo tiempo acumulación de miseria, sufrimiento, esclavitud, ignorancia, brutalidad, degradación mental en el polo opuesto) en un contexto social donde sí se podía hablar de pobreza profunda en la europa que hoy presume de un bienestar que esconde bajo la alfombra situaciones de penuria y carencia de lo mínimo.
Hoy, es un día para reinvindicar los derechos humanos, los derechos constitucionales que el sistema capitalista quiere negarnos de forma progresiva ( poco a poco, precarizando nuestra vida para que, sin remedio, nos sometamos a su dictado y seamos libres, pero exclavos, ciudadanos, pero meros números de consumo y uso.
La lucha contra la pobreza empieza por tomar conciencia de quienes somos y donde estamos. Que somos trabajadores y trabajadoras explotados en todo el mundo y en todos los ámbitos laborales. Que somos parte de esa masa poderosa que tiene en su mano, sin saberlo, el cambio y los cambios que nos situen,no como sujetos pasivos, sino como sujetos activos de nuestra propia vida.
Una humilde aportación, una opinión sobre lo que, como personas, como trabajadores/as, como ciudadanos de un mundo enloquecido por la usura y la acumulación está consiguiendo. No olvidemos que cualquier medida "necesaria" tiene un objetivo en definitiva: someternos metal, espiritual, laboral y económicamente. La bota del capitalismo es muy pesada, pero hoy, como todos los días hay que recordar que las revoluciones, más o menos ruidosas, tumbaronn tiranos y dictadores, y los mercados no son unos fantasma sintangibles, sino todo lo contrario.
SALUD Y SOCIALISMO... porque de lo contrario, nuestra vida ya no será nuestra, será de quien la compre.
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