Señor presidente, Señor Secretario General.

A pesar de que la Vicepresidenta De la Vega atribuya al compañero Zapatero la iniciativa de las primarias "por su apuesta inequívoca con la democracia", la verdad es que nuestro Secretario General se ha tirado al monte: el son si y si mismo. Cuando lo correcto era decir lo típico de "estoy a disposición de mi partido y éste es el que tiene que marcar los tiempos en la elección del próximo candidato a la Presidencia en las listas del PSOE", va y se descuelga con un "Zapatero reivindica su "derecho" a abordar su sucesión cuando él lo considere oportuno" 

Sufre, nuestro Secretario General un ataque continuado de responsabilidad individual, exacerbando el Presidencialismo y, en mi opinión, sometiendo al Partido Socialista al dictado personal, al criterio personal sobre el colectivo. No me gusta como calza la perrita.

Si se cree en la democracia, si se cree en un partido como organización colectiva y no como una pirámide de poder, si se cree en la militancia comprometida y no sometida, uno tiene que dar señales inequívocas de ese convencimiento y ponerse, someterse a lo que el partido, la militancia en definitiva, decida.

Creo que su permanente y persistente ataque de presidencialismo (que algunos justificarán como necesario y otros, los más abocados en trepar a los cargos como impresdindible) son un lastre añadido a la política que nos ha impuesto, tanto a ciudadanos como a militantes.

Salud y Socialismo.