¿ES IMPORTANTE QUIÉN SUSTITUIRÁ A J.L.R.ZAPATERO?

La cuestión está planteada. No ha sido, evidentemente, el compañero Zapatero el que ha suscitado la discusión. No ha sido la dirección del partido quien ha provocado el debate. Pero sí han salido a la palestra ministros, ministras y dirigentes de todo tipo y pelaje a defender el liderazgo indiscutible del compañero Zapatero. Esto esconde una perversidad: apoyar al lider para que se hunda. Lo que muchos y muchas no están pensando es que el compañero Zapatero va a hundirse y va a arrastras a un partido carente de cuadros, de líderes, de políticos con planteamientos diferentes al aparente pensamiento único impuesto por el aparato.

La cuestión no es quién, sino qué. No soy ingenuo y soy consciente que la política actual se mueve en torno a liderazgos personales. Aún así, considero que hay que volver a dotar de personalidad política propia a los órganos de dirección del Partido separando al candidato a la presidencia de cualquier órgano a la secretaría general.  Esto, por traumático que pueda ser para algunos, es algo necesario si queremos recuperar el carácter de un partido como organización política y no como una mera empresa electoral.

Por otro lado, la presencia del compañero Zapatero como candidato, da un plus de valentía a la derecha cavernícola que ha centrado sobre el lo que él ha querido: la responsabilidad absoluta de las medidas de ajuste y recorte social. La pregunta es ¿otro candidato o candidata podría desprenderse del lastre?. Creo que no. Creo que, en caso que el compañero Zapatero no encabece la candidatura ( que no lo tiene que decidir el, sino el partido) quien lo haga, si viene del equipo del actual gobierno o de la actual dirección, tendrá que arrastrar la pesada carga del lastre socio liberal.

Creo que debemos empezar a preparar el próximo congreso federal, elaborar nuevas propuestas, reconocer errores y propiciar, en torno a un nuevo equipo y un nuevo liderazgo colectivo, una nueva etapa donde los socialistas volvamos a sentirnos orgullosos, no solo de nuestra militancia, sino de nuestras ideas y de nuestras propuestas.