¿RECTIFICAMOS O ABANDONAMOS?

Es evidente que yo no soy economista. Es evidente que mis conocimientos de economía no pasan de los apuros domésticos y los ajustes para llegar a fin de mes. Pero también es evidente que el compañero Secretario General y Presidente del Gobierno, J.L.R Zapatero y sus asesores SÍ saben de economía: POLÍTICA ECONÓMICA NEOLIBERAL, NEOCON o como quiera que queramos llamarla. Su apelación constante a la RESPONSABILIDAD, a la adopción de las medidas necesarias e imprescindibles, a no dar la espalda a la más que evidente tiranía de los mercados financieros. Hasta ese día del mes de mayo, el compañero Secretario General y Presidente del Gobierno había AGUANTADO la presunta presión de los poderes fácticos económicos, pero a partir de ese día, el compañero de transmuta y cambia: asume su papel al  de ESTADISTA neoliberal y, bajo un discurso lastimoso, victimista y de un presidencialismo ( yo o el caos) que apesta, decide someter a la clase trabajadora de éste país a una sucesión de ataques que recoge únicamente aplausos de los organismos neoliberales internacionales: FMI, BCE, etc.

Insisto, yo no soy ni entiendo, pero creo que SÍ que hay algunos hombres y mujeres que, entendiendo, y sin pretender tener la razón ( como hace el compañero) plantean alternativas y apuntan al fracaso y la crueldad de las medidas adoptadas y las que van a adoptarse.

Es una situación complicada, y los compromisos económicos con nuestros SOCIOS podría haberse cumplido ( así lo apuntan más de 130 economistas reunidos en un manifiesto) caminando por otros senderos que los marcados por la tiranía de los mercados financieros.

Y los sindicatos ( cuyo funcionamiento y papel social debe variar, pero sin disminuir su poder o influencia social y económica), que se han tirado a la calle después de aguantar junto al compañero los envites de la crisis le dicen que HAY QUE RECTIFICAR Y VIRAR EN REDONDO, dejando de lanzar guiños a la izquierda y mirándole a los ojos a esos cientos de miles de trabajadores y trabajadoras, esos cientos de miles de votantes socialistas  -no por la figura de Zapatero- ( no solo) sino por una política social redistributiva, social y justa, han dado la espalda a un político que dirige a la nave socialista hacia el caos el fracaso y la ruptura.

Es cierto que el Partido no ha dado el tono requerido, a excepción de dos o tres voces discordantes. Es cierto que el partido va a llegar a las elecciones municipales y autonómicas lastradas por la actitud del Secretario General y Presidente del Gobierno. Es cierto que, frente a los discursos municipalistas y autonómicos, pesará la losa de Zapatero, su gobierno y sus políticas. Y pesará en 2012, pues el sufrimiento de la clase trabajadora no se va a mitigar, sino todo lo contrario. Y cuando llegue el momento seremos victimas de la RESPONSABILIDAD DE GOBIERNO y también de, por esa responsabilidad, HABER TRAICIONADO A LOS Y LAS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS, A LOS PENSIONISTAS, A LAS MUJERES Y LOS JÓVENES.

No se puede afirmar, así sin más, que se SIGUE HACIENDO POLÍTICA DE IZQUIERDAS, ¿qué considera por política de izquierdas, la limosna de los 426, que el gasto social de los presupuestos sea eminentemente para indemnizaciones por desempleo?. ¿Eso es política de izquierdas?. ¿Donde queda el principio de redistribución, el acceso constitucional a los medios de producción que se consagra en la carta magna, donde quedan los derechos sociales, laborales, etc. que tanta sangre y sufrimiento han costado a la clase trabajadora?.

Si los socialistas, las pocas voces críticas que quedan en el partido no asumen su responsabilidad, crecen y se multiplican, para superar a un aparato servil y dócil a la voz de intereses que nada tienen que ver con las ideas, los programas y los principios socialistas, si no incrementamos nuestro trabajo, si no nos doblegan, si no crecemos, en el 2012 la dirección que salga del Congreso Federal será la misma, con distintas ( o no) caras pero con las mismas actitudes. Pero esta vez en la oposición y con una travesía del desierto en la que, eso si, muchos y muchas habrán conseguido preservar sus cargos y sus privilegios, a costa de los militantes, de los y las trabajadores y trabajadoras, del socialismo, en definitiva.

SALUD Y SOCIALISMO