BUSCANDO CULPABLES.

Corría el mes de junio del año 95 y, por aquel capricho de las urnas, el PSPV-PSOE ( liderado por aquel entonces por Javier Ruzafa) bajó de nueve a siete concejales, obteniendo la derecha ocho, la UPV 1 y EUPV 1, siendo yo el Concejal de EUPV. Se iniciaron las negociaciones para intentar lograr un acuerdo que permitiese a la izquierda plural liderar la corporación frente a la derecha. En la primera reunión, en torno a una mesa, EUPV plantea una serie de acuerdos de mínimos, siendo contestada la propuesta con un planteamiento sobre el reparto de concejalías y dedicaciones. Ante esto, EUPV en asamblea, decide no pactar con nadie y votarse a sí misma en la sesión de investidura, cuestión que es contestada tanto por el PSPV como por la UPV, anunciando que ellos también votarían, pero al candidato de EUPV (o sea a mi). Ante esto, EUPV convocó una Asamblea ciudadana para informar sobre la actitud que íbamos a mantener en la sesión plenaria, y pese a todo, tanto el PSPV como la UPV votaron al candidato de EUPV, resultado: fui elegido Alcalde.

Como no podría ser de otra manera, en la misma sesión de investidura, presenté mi dimisión y anuncié un nuevo Pleno municipal para volver a elegir Alcalde. Resultado, EL CULPABLE DE QUE LA DERECHA GOBERNASE, FUE ANGEL SÁNCHEZ. 

Y todo esto sin que el PSPV-PSOE realizase ningún acto de reflexión ni de autocrítica por su actitud, antes, durante y después de la negociación. 

Ahora le toca al Bloc asumir las iras de aquellos que entienden la política como un mero reparto del poder, como una merienda de intereses definidos, eso sí, por una siglas. Se presupone que las siglas legitiman la utilización de la palabra izquierda, y no siempre es así.

El Bloc, de forma soberana, ha decidido que no era su opción la de pactar con un grupo socialista marcado por unas circunstancias muy especiales ( criticar al actual grupo socialista es entendido por las mentes estrechas como un síntoma de entreguismo al enemigo, cuando es su propia actitud la que ha supuesto rendición y entreguismo, pero claro, para llegar a ésta conclusión hay que practicar la humildad, un concepto y virtud que en el PSPV-PSOE de El Campello no se practica), y por la aparición en la escena municipal de dos nuevos grupos políticos: Iniciativa y Decido.

En mi opinión, las manifestaciones realizadas por Marita Carratalá ( Concejala electa de Decido) no son más que una muestra más de las dificultades que existían, existen y existirán en llegar a acuerdos con un partido donde la máxima es la resistencia y no el dialogo, la soberbia y no el debate, la imposición y no la el dialogo. Y eso, a pesar de que a mí es a quien se ha culpado en gran medida de que la agrupación local se haya "dividido", cuando mi "única" culpa fue defender ideas y propuestas que siempre fueron vistas como un intento de deslegitimar al Grupo: gran mentira vendida por los miembros del grupo ( únicamente recordar que en el debate del documento estratégico, y pese a que las enmiendas presentadas por el grupo y por su portavoz fueron presentadas en el último momento, éstas se consensuaron y aceptaron, así como en otras muchas ocasiones donde los que por entonces nos adscribíamos a Izquierda Socialista renunciamos a mucho en beneficio del acuerdo).

Y  siempre bajo la amenaza de un expediente, de una reprimenda y de la acusación de ser un "elemento pernicioso" en el PSPV-PSOE. 

Creo que ha llegado el momento de decir lo que realmente pasó y lo que va a seguir pasando ante la manifiesta incapacidad, tanto de la dirección provisional de la Agrupación Socialista de El Campello como del Grupo Municipal surgido de las elecciones municipales del pasado 22 de mayo. Y, evidentemente, ésta es mi opinión, no siendo mi intención que prevalezca sobre otras o sea considerada mejor, pero tampoco peor que la de los demás. 

Y, después de lo dicho, insisto: el Bloc no es culpable de no haber llegado a un acuerdo. La culpa es de la urnas que, pese a todo, han seguido dando una mayoría ( no absoluta) a la derecha, restando confianza a la candidatura socialista y dando voz a pequeños grupos que, con toda seguridad, van a decir muchas cosas.

Finalmente, creo que es necesaria la constitución formal de una mesa de convergencia en la que, desde posiciones partidarias, posiciones ideológicas o simplemente desde posiciones individuales, se debatan propuestas que conformen con el tiempo una alternativa a la derecha y en un futuro puedan ser los cimientos de una candidatura unitaria de la izquierda local. Sin falsos liderazgos y sin intentos de “vanguardizar”: un proyecto abierto, democrático y plural, con un único objetivo: transformar la realidad social y económica de El Campello desde una alianza con la clase trabajadora.

Es mi opinión.

Salud y Socialismo.