En campaña mucho se ha dicho sobre la necesidad de aplicar recortes en los salarios de los políticos e incluso la reducción de los asesores externos ( personal eventual), ahora toca concretar esos compromisos.
Está claro y creo que todos y todas compartimos ese criterio, que quien se dedica a jornada completa a trabajar en la dirección de un área o un departamento municipal ( dirección política), debe percibir unas remuneraciones, ¿pero cuales?. La referencia podría ser, entre otras, el salario que percibía en su anterior empleo pero, ¿ y si no hay empleo?. Para ello está el criterio del salario mínimo, e incluso la escala que el estatuto de la función pública establece en función de titulación. Lo que todos y todas tenemos claro es que los criterios arbitrarios no sirven y que la contención y reducción del gasto debe producirse con un criterio claro.
Por otro lado, no sirve el principio de "responsabilidad" pues esta se adquiere por voluntad propia y no por imposición. Igualmente, no tiene que primar otro de los principios que normalmente se utilizan al poner los salarios por encima del de los trabajadores y trabajadoras públicos. En definitiva, la cuestión es clara: reducción en cuantía y reducción en número de dedicaciones exclusivas.
Por otro lado están los asesores, normalmente personal contratado de entre las filas del partido para...¿para qué?. Sus funciones de asesoramiento bien prodrían hacerla desde fuera de la estructura económica municipal, o lo que es lo mismo, desde la militancia ( concepto que ha caído en desgracia en cuanto a su compromiso ético e ideológico).
Y después de todo los recortes, agrupar las cantidades e impulsar un proceso de contratación de personal para la realización de obras y servicios que den la oportunidad a parados y paradas de El Campello de recuperar parte de su dignidad perdida despues de años de desempleo. Este debería ser otro de los retos y de los compromisos, pero mucho me temo que los recortes únicamente servirán ( si sirven) para recortar una deuda que los y las ciudadanos y ciudadanas no hemos creado.
El pueblo de El Campello debe asistir vigilante a los próximos acuerdos pues de ellos depende que la clase política recupere una pequeña parte de la credibilidad perdida y podamos volver a confiar en que nuestros intereses están representados en la administración local.
Otra cuestión es la articulación de medidas que fomenten otro de los compromisos electorales: la participación. Anular el actual reglamento de participación y elaborar otro donde la figura de los Consejos se potencie y se introduzca el del derecho a la información directa a través, tanto del Pleno municipal como de la periódica comparecencia de los y las concejales y concejalas ante la ciudadanía. Esta cuestión es igualmente importante a la de los recortes económicos, pues una sin otra dejaría coja el inicio de la legislatura y crearía un nuevo cisma entre los vecinos y los representantes políticos dificilmente recuperable a lo largo de los cuatro años que tendríamos que "sufrir", aunque espero que con contestación social, algo que en los últimos años no ha existido.
Salud y Socialismo.
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