El nuevo y flamante Alcalde en minoría ya ha firmado su primer decreto: el reparto de las Concejalías delegadas. ¿Sorpresas?, ninguna. El Alcalde en minoría retiene personal y hacienda, dos de los grandes fracasos de éste mismo concejal la pasada legislatura. Personal por la elaboración de una Relación de Puestos caprichosa y únicamente justificativa de la situación irregular de los jefes y jefas de servicios. Una Relación de Puestos que fue rechazada por la Subdelegación y que se encalló en una vía sin salida, que posiblemente era lo que querían a pesar de las múltiples alternativas que había para desarrollar Relaciones de Puestos parciales y por sectores.
La segunda área municipal en la que fracasó ( a medias) el Alcalde en minoría fue hacienda. Con unas finanzas municipales marcadas por el déficit y por la ausencia de ingresos, fue el quien dirigiendo hacienda, subió el Impuesto de Bienes Inmuebles con un único objetivo: limpiar el presupuesto de partidas fallidas de forma escalonada ( a más ingresos de IBI, menos inflado el presupuesto de Impuesto de Construcciones). Estos son los méritos del Alcalde en minoría.
Supongo que la oposición le "recordará" los deméritos que el mismo tiene, aunque supongo que en estos momentos estarán todos y todas más centrados en decidir cuantos y cuanto respecto a dedicaciones y salarios.
La cuestión es importante y seguramente en el primer pleno de la legislatura ( YA POR LA TARDE) se verá quien tiene voluntad de integrar desde la austeridad, quien necesidades que cubrir y si definitivamente nos deshacemos definitivamente de la rémora económica que suponen los asesores ( con una plantilla de casi 250 trabajadores y trabajadoras, ¿para qué?).
Y dicho lo dicho, simplemente insistir en una idea que, a mi personalmente, me parece fundamental: todo lo que se consiga ahorrar en salarios y asesores debería ir destinado a una bolsa de empleo que atendiese a parados y paradas de larga duración y jóvenes.
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