EL NIÑO REPUBLICANO

En éste, mi cuarenta y cinco aniversario, han caído en mis manos ( fruto del cariño de mis hijas) varios libros. Entre ellos uno titulado: EL NIÑO REPUBLICANO. La introducción es de Agustín Escolano Benito y el texto de Joaquín Seró Sabaté ( maestro nacional), siendo las ilustraciones de Sevillano. En la introducción hay una reflexión atribuida a Rodolfo Llopis, director general de Enseñanza Primaria durante el primer bienio republicano. No puedo estar más de acuerdo con esas frases que, en sí mismas, encierran el fracaso de nuestra sociedad actual con respecto a la primacía de valores que propugnaban los republicanos más ardientes. Llopis, defendía la necesidad de vincular la revolución política española a una verdadera "revolución psicológica", ya que la revolución de la conciencia transforma la mentalidad del pueblo en ciudadanos conscientes. O lo que es lo mismo: el rumbo contrario a la actual construcción de "consumidores" que impulsa el sistema ( sistema que ya parece que no queremos, ni cambiar, ni siquiera domesticar para acercarlo en lo posible a la justicia).

Del sentimiento y contenido de la II República se quiso imbuir a una generación de niños y niñas para así contribuir, a través de la educación, en la tan deseada "revolución" silenciosa que definitivamente transformaría nuestro atrasado y explotado país en una nación moderna ,donde los derechos y las libertades fueran la bandera de esa ansiada modernidad. Eso no ocurrió en el proceso de la transición, donde a parte de un somero conocimiento del texto constitucional, se ha evitado ( o hurtado) que las generaciones de niños y niñas posteriores al texto lo conociesen y lo hiciesen suyo a través de la lectura y la pedagogía, y evitando esto, se evitaba que los nuevos ciudadanos tomaran conciencia de su propio poder como pueblo; con derechos, libertades y obligaciones colectivas. En definitiva: considero que la educación ha hecho un flaco favor a este país, pues le ha sustraído la formación como ciudadano/a, sustituyéndola por una enseñanza dirigida a integrarse en el sistema como un número más, como un consumidor, como un mero elector. Es obligación de todos y todas los que consideramos que el periodo Republicano debe reivindicarse, animar a nuestros pequeños y pequeñas en la lectura de lo que fue un poético intento de "ideologizar" a los y las escolares en conceptos como la patria, (concepto del que se apropio el movimiento reaccionario católico, pervirtiéndolo y transformándolo en algo sucio e incluso odioso) los derechos sociales y políticos y los deberes que como ciudadanos y ciudadanas conscientes de la responsabilidad que todos y cada uno tenemos para con la colectividad. Ideologizar a través de la reivindicación de los valores republicanos, de la conciencia crítica. Esa es la revolución  pendiente si todavía queremos ser algo más que adoradores de los iconos que tanta sangre costó a nuestros predecesores en la ambición de libertad, justicia e igualdad. Viva la Republica.