La noticia de que el PSOE cerraba filas en torno al Presidente del Gobierno, lejos de apaciguar mi inquieto y azorado espíritu, me ha creado una enorme desazón: ¿En que partido militamos?, ¿en un partido de cuadros institucionales los cuales sustituyen a los organos de dirección cuando les parece?.
Seguramente mi concepción de militancia sea minoritaria, pero existen principios que no pueden ser relegados: la democracia y la apertura de la organización a la sociedad como instrumento de acción política. De lo contrario, seguiremos consolidando el concepto de partido como mera organización electoral.
Hemos luchado y seguimos luchando por abrir el partido a la sociedad. Pero esto es imposible a la vista de las actitudes de muchos de nuestros dirigentes que se arrogan el papel de "organización" y deciden, prescindiciendo de las más mínimas normas democraticas.
L@s socialistas nos dotamos de órganos de dirección para cumplir unos objetivos y dirigir el partido. Los objetivos vienen plasmados en los documentos que aprobamos en los congresos y asambleas, y la dirección del partido debe estar definida por un contacto directo y cotidiano con las bases de la organización, por muy pequeña o reducida que esta sea en determinadas localidades. Los organos federales, en coordinación con las Comisiones Ejecutivas de las diferentes federaciones y estas a su vez con las agrupaciones provinciales y locales, son los encargados de mantener con vida a nuestra organización , deben mantenerla en contacto con la ciudadanía, abriéndo las Agrupaciones y los locales del partido para debatir con l@s ciudadanos los planes y propuestas del gobierno. ¿Complicado?. Nadie ha dicho nunca que la construcción de una sociedad más justa, solidaria e igualitaria fuese facil..
No acepto que un grupo de dirigentes me "representen" y hablen en nombre del partido. La actitud crítica de una gran parte de la militancia no debe verse como una disensión sino como una necesidad de debate. No puedo consentir que la dirección de MI partido quede únicamente como apagafuegos de las decisiones del gobierno, MI gobierno. No puedo aceptar que las grandes decisiiones, las que afectan a nuestra gente, a la clase trabajadora, no sean sometidas a discusión en la totalidad de niveles organizativos y, por contra, nos pidan que, siguiendo una disciplina artificial, justifiquemos lo injustificable, y para mayor escarnio, sin tener practicamente conocimiento de las propuestas.
Los apoyos en este partido, MI PARTIDO, son meramente coyunturales. Van y vienen en función de intereses, pues el debate político e ideológico hace ya tiempo que fue sustituido por el seguidismo y las alianzas inconfesables en busca de puestos y prebendas.
Todavía podemos rectificar. Y esto no significará que nos hayamos equivocado;simplemente nos hemos precipitado y rectificar es de socialistas.
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