En 1904 Trostki publica un pequeño ensayo bajo el título de NUESTRAS TAREAS POLÍTICAS . En resumen, es un texto que ataca el concepto leninista expuesto por su autor en ¿QUÉ HACER?. El joven Trostki no comparte el concepto que lenin plantea: concepción centralista del partido. Una frase resume la posición del joven Trostki: " En la política interna del Partido estos métodos conducen a que la organización del partido sustituya al Partido, el Comité Central sustituya a la organización, y a que finalmente un dictador, sustituya al Comité Central". El devenir de los acontecimientos hizo que Trostki y Lenin adoptasen los mismos planeamientos a partir de 1917 pero, ¿ no había algo de premonitorio en la frase de L.Trostki sobre el sustituismo?.
En la vida orgánica de nuestro Partido ( ayer escribía sobre esto, pero quizá desde una actitud en exceso visceral) ha ocurrido algo parecido pero a la inversa, aunque con muchas similitudes si nos paramos a analizarla con detenimiento.
La organización no ha sustituido al partido, porque el partido, como tal ( como organización de militantes conscientes y consecuentes con un programa y unos principios de acción política) no existe. Existe la CEM, que, por lo tanto, sustituye de hecho al Partido. Pero, y aquí está lo curioso: en la toma de decisiones (esas que afectan a la vida de tod@s los vecin@s, pues representan a un alto porcentaje de ell@s) institucionales se han centralizado en la representación municipal del Partido, sustituyendo esta, a la CEM , y por tanto al partido o a la organización.
Podríamos discutir hasta la saciedad o el aburrimiento si esto ha sido así o no, pero en mi opinión, los hechos hablan por si solos. ¿Es este uno de los problemas que tenemos que resolver?. En mi opinión si. Y considero que debemos hacerlo desde el entendimiento como objetivo y desde el consenso como mecánica de trabajo. No obstante, siempre nos quedará la aplicación de los estatutos, pero esto, posiblemente abriría una guerra innecesaria y poco productiva para tod@s nosotr@s.
En otro orden de cosas, me gustaría apuntar una breve reflexión sobre el proceso vital que vamos a "padecer y sufrir" en los próximos meses. Considero que, desde la legitimidad militante, cualquier compañer@ tiene el derecho a postularse para cualquier responsabilidad: en este caso la institucional. Pero a mi, y seguro que también a otr@s, nos gustaría que esos posicionamientos fuesen apoyados por un mínimo contenido, más allá del número de apoyos incondicionales que haya podido sumar cada uno. O lo que es lo mismo: que no solo la dinámica electoral interna sea la que sitúe en la futura candidatura a un@s u a otr@s, sino la convicción y las ideas. Pero, al igual que me(nos gustaría) que cualquier posicionamiento estubiese apoyado sobre una mínima base ideológica y política, creo que la configuración final de la candidatura no debe sustentarse en las preferencias del candidato o candidata elect@, sino en una elección libre y abierta de la militancia y, porque no, de l@s ciudadan@s que quieran participar a modo consultivo en el proceso de elección que, en este caso, superaría su propia definición, pasando, en mi opinión a ser un ejercicio de profunda democracia.
SALUD Y SOCIALISMO
PD: Sigo despreciando a quien nos desprecian, no por nuestras ideas, sino por el peligro que estas puedan suponer para determinados intereses bastados.
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