He dudado si escribir algo concreto o explicativo sobre lo que el otro día ocurrió en la Agrupación Socialista. No lo se. Pero lo que si tengo claro es que, reafirmándome en lo que digo en la entrada ¿PUNTO DE INFLEXIÓN?, considero que las cosas si van a cambiar.
De momento, personalmente me niego a sentarme con la persona que acusó sin haber presentado reclamación alguna ante los órganos de dirección. Eso no significa dimitir, pues sería lo que el y algunos como el quisiera. Únicamente un comentario. Considero ( y es una apreciación personal) que su reacción fue, como mínimo vergonzosa pues, lo que todo el mundo clamaba a gritos, un compañero lo puso negro sobre blanco. Lo que un amplio sector del Grupo comenta y cuchichea, el compañero lo recogió con nombre y apellidos ( eso sí, solo del interfecto pero no del acusador, que también habría estado bien).
Seguramente a esta hora algún miembro de la dirección a nivel provincial estará moviendo los hilos para, o "proteger" a los vilipendiados cargos, o esclarecer la verdadera situación de la Agrupación. Las consecuencias pueden ser: si "protege" a los vilipendidados y victimas del "angel" caído, podría ocurrir que alguien, en un calentón, decidiese algo que no conviene a nadie, aunque a mi personalmente no me disguste ( soy de la opinión que las transformaciones deberían venir todas precedidas de algún tipo de caos que nos permitiese reconstruir). Si deciden esclarecer lo ocurrido, igual se llevan una sorpresa. Si deciden evaluar la actuación de cada una de las partes, igual se llevan una sorpresa. Si deciden analizar de forma crítica los últimos tres años, más de uno o de una va a tener que enfundarsela. Pero esto último no creo que suceda.
La historia cada uno la cuenta según le va. Unos ahora acusan de desestabilizador a quien consideran y han considerado, a pesar de compartir militancia, enemigo. Otros incluso afirman que se trata de algún tipo de "quintacolumna" que viene a poner en un brete lo que nunca debería tocarse ( el estatus, la imagen, etc). La verdad no la tiene nadie, y yo, ni l@s compañer@s con los que comparto lucha, jamas nos hemos creído en posesión de ella, a pesar de que otros, por mor de la soberbia, si parecían tenerla cautiva para su causa, negándosela al resto de mortales.
Bueno, sea lo que sea, la situación a partir de ahora, fácil no va a ser. Los teléfonos van a moverse y las estrategias van a consolidarse para, a ser posible, ganar excluyendo, que es lo mejor que se saber hacer. Preparados para ello estamos, y a verlas venir. Lo único que nos jugamos, aunque parezca demagógico es, ni más ni menos que el futuro de El Campello.
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