El sustituismo que practica el Gobierno respecto al Partido debe finalizar. El Partido es una organización que se ha dotado de unos órganos de dirección en un Congreso. Nuestro secretario General y a la vez presidente no puede seguir siendo juez y parte, condicionando la capacidad política del Partido y supeditándola a los dictados del Gobierno. Los criterios siempre son discutibles, pero sustituir a la dirección relega la democracia interna a un elemento puramente decorativo.
¿Y el papel de Izquierda Socialista?. Ya apunté en la primera parte, la necesidad de reorganizarnos. La corriente nació como contestación a una apuesta política que se ha demostrado perversa: un partido como organización electoral supeditado a la figura casi indiscutible del líder y, por consiguiente, sin capacidad de crítica y, evidentemente, sin posibilidad de más debate que el impuesto por las decisiones institucionales.
Considero necesario que la Coordinadora Federal
Otra cuestión estratégica es el desarrollo de contactos con colectivos sociales, ONGs y movimientos alternativos para recabar opinión y cooperación, abriendo el debate en la corriente a colectivos y entidades que, incluso, no tengan afinidad con el Partido, pero si propuestas que plantear y opiniones que dar.
Debemos plantearnos el crecimiento al que he hecho referencia, como una campaña de afiliación al Partido adscribiendo nuev@s compañer@s a la corriente, contando con fichas a nivel interno que nos sirvan para la realización de convocatorias, remisión de información, etc.
Igualmente debemos potenciar nuestra página Federal y los blogs y páginas de l@s compañer@s de las diferentes agrupaciones y federaciones, impulsar quedadas y jornadas de debate. Potenciar la presencia de compañer@s que ocupan cargos, tanto públicos como orgánicos en las agrupaciones y, algo que considero importante: solicitar al Comité Federal espacio en El Socialista. Evidentemente todo lo que he planteado precisa de financiación, otro aspecto que debe ser reivindicado ante los órganos de dirección.
Todo ello, junto con un llamamiento claro a la confluencia programática con la izquierda social y política, debe conformar una nueva estrategia destinada a potenciar cuantitativa y cualitativamente la corriente Izquierda Socialista y, desde ahí, al Partido Socialista Obrero Español.
Debemos asumir nuestra responsabilidad como militantes de izquierdas del PSOE, con las ideas que nos motivas y con una sociedad a la que una acción de gobierno en nombre de l@s socialistas nos están hundiendo política, social y electoralmente.
¡Viva el socialismo democrático, viva Izquierda Socialista!
Angel Sánchez Sánchez
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