La huelga de los trabajadores y trabajadoras del Metro de Madrid está en boca de muchos. Los medios de información y creación de opinión están cargando por el "perjuicio" que la actitud de los Comités de huelga están teniendo sobre los servicios mínimos.
Varias consideraciones. La primera es que la ciudadanía en general, vive de experiencias sectoriales y le son agenas cuales quiera otras. Las acciones se un sector suelen ser vistas como "agresiones" hacia otros, sin el menor esfuerzo por comprender y menos por compartir las reivindicaciones, peticiones y luchas del sector implicado en una acción de huelga. La segunda: las organizaciones sindicales deben hacer mejores y mayores procesos formativos e informativos hacia la sociedad. Se deben ver y entender no solo las reivindicaciones salariales o de condiciones laborales, sino las repercusiones que la política neoliberal de privatizaciones está teniendo y va a tener para la clase trabajadora; la presente y, no hablemos de la futura.
Una tercera cuestión es la necesaria politización de las huelgas. Me explico.
La cuestión no es sacar rédito o rendimiento partidista, sino que la ideología impregne las convocatorias de huelga más allá de problemas coyunturales(convenios, etc). La defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, la defensa de la participación de la clase trabajadora en la toma de decisiones de las empresas y la defensa, sin fisuras, de unos servicios públicos amplios y de calidad, pues éstos son un claro instrumento redistributivo. De ahí que cualquier privatización debe aparejar un proceso de movilización obrera.
El "incumplimiento" de los servicios mínimos es casi una obligación. Los servicios mínimos no pactados, suelen ser, en la mayoría de los casos, abusivos y persiguen minar la confianza y capacidad de las organizaciones sindicales, un objetivo que el neoliberalismo persigue incansablemente. Esclavizar a la clase trabajadora en nombre de la productividad, revisar las retribuciones, precarizar las condiciones laborales conforma el cuadro de objetivos para que los beneficios sean mayores con los costes más bajos: ¿qué importan un puñado de trabajadores sin el "ejercito de parados y paradas" del que nos hemos dotado nos garantiza mano de obra barata y disponible?
Para terminar únicamente mi ánimo y mi apoyo a l@s trabajadores y trabajadoras que, en defensa de su dignidad como seres humanos, sus derechos como trabajadores y los derechos de los futuros trabajadores, utilizan el instrumento de la huelga para defenderse.
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