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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

viernes, 6 de mayo de 2011

No se pasa de moderadas propuestas reformistas, abandonando definitivamente el afán transformador que, como izquierda ( de herencia marxista) se ha tenido. La sumisión a un sistema cuyo funcionamiento doblega a la clase trabajadora a su antojo bajo la formula de la necesidad, es el penúltimo peldaño que nos guiará hacia un régimen donde definitivamente las oligarquías financieras, los poderosos, los señores del dinero y la guerra serán el gobierno en la sombra, el verdadero poder no electo.
Simplemente recordarle a esa izquierda genuflexa, a ese movimiento "progresista" venido a menos por su afán institucional, a esos social liberales travestidos de social demócratas que el futuro se gana con valentía y con compromiso, y no con actitudes timoratas. La situación que vive la clase trabajadora requiere de una reformulación del papel del partido de masas y, sobre todo, de la urgente recuperación de los tradicionales valores de la izquierda marxista convenientemente adaptados y revisados a la sociedad en la que vivimos. El miedo a llamarnos socialistas ( en el sentido marxista), el temor a que nos puedan tildar de "radicales", nos está llevando a ser unos invitados de piedra en el futuro que otros están escribiendo en la sombra y en el que los y las trabajadores y trabajadoras ya somos un simple instrumento a su servicio.
Recordar unas frases de Lenin sobre la democracia burguesa y la necesidad de actuar con contundencia ideológica ante la actitud farisea de quienes dicen defender los derechos del pueblo sin levantar la vista de los suyos propios:

“Todos los socialistas, al explicar el carácter de clase de la civilización burguesa, de la democracia burguesa, del parlamentarismo burgués, han expresado el pensamiento que con la máxima precisión científica formularon Marx y Engels al decir que la república burguesa, aun la más democrática, no es más que una máquina para la opresión de la clase obrera por la burguesía, de la masa de los trabajadores por un puñado de capitalistas"

Avancemos en la construcción de un proyecto socialista mayoritario donde la suma de la pluralidad no sea un hecho coyuntural, sino un compromiso de futuro con la transformación de una sociedad que no nos gusta y a la que no nos resignamos. Abandonemos el derrotismo e ideologicemos a un pueblo cuya única ambición es, en la actualidad, retroalimentarse de las miserias que el sistema reserva para una masa ingente de consumidores.

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