Está claro que lo que ocurrió el domingo no aporta nada positivo, pero es la expresión de la decisión soberana de la Asamblea del PSPV-PSOE de El Campello. Ahora parece ser que la dirección provincial tiene la intención de apelar al acuerdo y al consenso cuando la militancia de El Campello ha dicho con claridad que está dividida en dos parte iguales. ¿Irreconciliables?. Eso lo tendrá que decir la propia Asamblea municipal del PSPV-PSOE. Lo que no sería apropiado sería una decisión tomada en nombre de la Agrupación Socialista de El Campello que, lejos de venir a crear un consenso coyuntural para las listas municipales, crearía un cisma definitivamente irreconciliable. ¿Sería bueno un acuerdo de listas?. Lo seria, sin duda. Y además de serlo, se ha intentado sin que el resultado fuese el deseado. Algun@s hemos puesto todo lo que podíamos y parece que no ha sido suficiente, pesando rencores o rencillas cargadas de personalismo que cualquier otra consideración. Quede claro que no acuso de nada a nadie, sino que constato algo que, al menos para el cincuenta por ciento en el que me encuadro es una realidad.
Evidentemente se podría entrar en la dinámica de valorar a las personas, su idoneidad, su preparación e incluso su nivel de compromiso político, pero esto nos devolvería al mismo escenario donde nos encontramos: la confrontación.
En mi opinión un acuerdo pasaría por revisar no solo l@s componentes de la candidatura ( que es importante) sino la misma dinámica de trabajo y coordinación entre la labor política institucional y la actividad orgánica. Soy consciente de que ahora vamos contrarreloj pero no cabe un acuerdo coyuntural que obvie determinadas actitudes, defendidas por un@s y criticadas por otros. Quizá si todos y cada uno de nosotros hubiese tenido la capacidad de dialogo en esos momentos de discrepancia, no nos encontraríamos divididos y el acuerdo sería, por así decirlo, más viable.
Podríamos también apelar al "sentimiento de partido" pero estaríamos incidiendo en uno de los aspectos que más discrepancias ha creado: el trabajo político en coordinación con el institucional. Discrepancias que podrían resolverse o suavizarse desde un dialogo claro entre compañer@s de partido cuyo objetivo sea compartido.
Creo que los análisis y discusiones sobre el porqué de ésta situación deberían huir de debates personalistas y anteponer, de una vez por todas, el proyecto político que entre tod@s decidamos plantear a la sociedad de El Campello. Volver a las valoraciones subjetivas sobre la idoneidad de unos u otras, insisto, nos devolvería al mismo punto donde nos encontramos: lo verdaderamente importante es el proyecto político sustentado por una organización cohesionada en lo programático y viva y dinámica en lo ideológico. Las personas que deban representar ese proyecto ( el del partido, el del proyecto socialista y no el de cada un@) son importantes pero no debiera ser obstáculo para, equilibrando la representación por tendencias o corrientes, componer una candidatura que tod@s pudiéramos respaldar en una nueva Asamblea.
Y finalizo. Está claro que unos u otros, otras o unas, serán más o menos simpáticos y agradables, más o menos afines o discrepantes, pero creo que somos lo suficientemente maduros ( política y personalmente) como para asumir nuestra propia responsabilidad, sin considerarnos imprescindibles y siendo tod@s necesarios. Acuerdo, si, pero sin vencedores ni derrotados, sin imposiciones y por acuerdo, estableciendo el cómo, el porqué y el para qué, aportando pero sin ser subjetivos en lo personal.
Salud y Socialismo.
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