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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

lunes, 17 de enero de 2011

¿ARRIMAR EL HOMBRO?

 Más de 300 cargos orgánicos, públicos y candidat@s han sido convocados a una reunión en la sede de nuestro partido en Madrid. El objetivo parece ser que va a ser compartir la suerte de las negociaciones que el Gobierno está desarrollando con empresarios y sindicatos sobre la reforma de las pensiones y, con toda seguridad ( esperemos) sobre los reglamentos que desarrollarán la reforma laboral. Lo que se va a pedir, casi con toda seguridad, va a ser la "lealtad" de todos los cargos y candidat@s, complicando más si cabe la campaña autonómica y municipal.

Tod@s tenemos claro que íbamos a salir a la calle a dar la cara por una siglas  que, a fuerza de empeñarnos han perdido la confianza de la clase trabajadora ( que existir, existe) y las capas populares y más desfavorecidas de la sociedad, hasta el día, nuestro aliados naturales. Tod@s tenemos claro que explicar, y más justificar las reformas iba a ser una tarea difícil y complicada. Pero tod@s teníamos la esperanza de que el Gobierno asumiera la responsabilidad y se inhibiera con respecto a pueblos y ciudades, dándonos la posibilidad de centrarnos en los problemas directos de nuestros convecin@s. Parece que no va a ser así y eso, desgraciadamente va a complicar o, como mínimo, interferir en el mensaje que pretendemos llevar a la calle en los pueblos donde gobernamos o donde somos alternativa de gobierno. Nuestras propuestas y nuestras iniciativas van a quedar solapadas para bien o para mal tras la acción de Gobierno, dando una proyección a las elecciones autonómicas y locales que much@s de nosotr@s estábamos pensando en como evitar.

Es evidente que l@s socialistas tenemos propuestas para sacar del marasmo económico y político en el que la derecha nos ha metido, pero va a ser difícil que l@s ciudadan@s nos perciban como alternativa si por delante va la "necesidad". Evidentemente creo que es necesario que cada uno asuma su propia responsabilidad y que todos asumamos la que colectivamente nos corresponde, pero yo pediría que no se nos diera un cierto margen para poder centrarnos en los problemas inmediatos con los que tenemos que trabajar y a los que tenemos que dar respuesta en nuestros pueblos y ciudadanes. La inmolación, en caso de que las negociaciones sean un reves, no debería alcanzarnos a todos; sería una irresponsabilidad política.

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