A pesar de que la sensatez ha primado en la mayoría, algunos boscas sueltas quedan por ahí. Y es inevitable. En todo colectivo hay personas sensatas, personas, y otras cosas. Es inevitable que, desde la obcecación personal por conseguir determinados objetivos vitales ( que han sido incapaces de conseguir por méritos própios), se armen de argumentos zafios y facilones. Un pseudo opinador, me ha asignado a mi una opinión en la página del diario Información. Evidentemente, he tenido que contestar, firmando, como hago siempre.
Sigo manteniendo mi ruego sobre la sensatez, pues de lo contrario no habrá vencedores ni vencidos pues todos seremos perdedores, hasta los que, estando bien situados, medren en el fango de la miseria política en la que caigamos. Es un ruego sincero, sin dobleces: quien consiga los apoyos necesarios que se presente ante los campelleros y, armado de un discurso lo más consensuado posible, intente convencer de que somos una opción de gobierno, algo que deberíamos haber hecho y que se nos ha quedado en el macuto del pragmatismo institucional.
Para finalizar el agetreado pero interesante día de hoy, simplemente una cosa: las propuestas que uno tiene en la cabeza no son mejores que las de otros si no se contrastan. No por tener más o menos tamaño craneal, no por tener más o menos voces loando las virtudes y excelencias de la cabeza, presupone una posición superior a cualquier otro. Con esto quiero decir que, no hay propuestas viables o inviables, simplemente hay propuestas políticas y una responsabilidad con la ciudadanía a la que hay que responder. Centrémonos en eso y dejemos la leña para luego, que si tiene que haberla, será síntoma que hace frio.
Un fuerte abrazo a los esos anónimos lectores que desde el odio personal y la inquina política me hacen mejor persona.
Salud y Socialismo ( alguno debería preguntarse qué es eso de socialismo, así, para sus adentros)
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