Ahora, en los carteles ponen "socialistes valencians". El cambio estretégico es por miedo a que el "efecto Zapatero" acabe dando al traste con las opciones autonómicas de los y las socialistas. Pero, en el caso del PSPV hay un objetivo que se vuelve a recuperar: la transformación del PSPV en PSCV. Ese es uno de los objetivos de la actual dirección encabezada por J.Alarte. Pero quedarse en el mero cambio de siglas es simplificar en exceso la cuestión. Lo que realmente se pretende es la total tansformación del PSPV-PSOE en un partido interclasista y de "centro". La perdida total de cualquier ideología, siendo sustituida por el ambiguo término de "progresista", que parece que es más asumible por las clases medias.
Ya ho se habla de clase trabajadora; se habla de parados y paradas, ciudadanos y ciudadanas, pero no de trabajadores como clase, y de ahí a ser un clon orgánico de la derecha, media un paso y medio.
Suprimir de los estatutos el marximo no ha propiciado que todavía algún que otro marxista milite en el PSPV-PSOE, pero en virage que Alarte y su dirección está planteando y casi imponiendo, propiciará que, definitivamente, los socialistas, los socialdemócratas, y el resto de personas de izquierdas opten por abandonar el partido y dejar a los "progres" a sus anchas para ocupar el espacio que quieran ocupan: hoy más de izquierdas, mañaba menos, en función de la coyuntura y de los intereses electorales.
Si el resultado el próximo 22 de mayo acompaña al PSPV-PSOE, no será por el compromiso político e ideológico con l@s trabajadores y trabajadoras, sino porque la derecha es una cueva de ladrones y cafres ( como siempre). Pero si el PSPV no cumple con las perspectivas que algun@s tienen, el desastre va a ser de proporciones increibles. Pero tanto una como otra situación, seguirá incidiéndo en la perdida de referentes, valores e ideología.
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