Cada día me da más vergüenza lo que está pasando en el PSOE sobre la continuidad o no de Zapatero. Los "jóvenes valores" del Partido y algunos redactores afines han definido el proceso como el "necesario trabajo de la tropa" (refiriéndose a la militancia). A mí, personalmente me da vergüenza que esa idea de superioridad, verticalismo político y concepto superlativo de jerarquía haya sido una ocurrencia de los candidatos y candidatas, de cargos orgánicos que, en contra de lo que pretenden, se deben si o si a esas sufridas bases.
Me avergüenzo de Alarte porque la casaca de Secretario General y los galones de candidato se le han subido rápidamente a la cabeza. Jamás le habría apoyado, pero ahora menos. Creo que la izquierda merece "lideres" que se ganen esa definición día a día y que la consoliden con su ejemplo y su discurso, poniendo el poder real en manos de la militancia, dedicándose a representar a l@s socialistas y no a el/ella mismo/a.
Y, en definitiva, sobre la sustitución o no de Zapatero, ¿quién tiene que sustituirle?, ¿otro y otra zapaterista que es corresponsable del desastre político de un gobierno y un grupo parlamentario prisionero de los poderes financieros y multinacionales. Son corresponsables de las mayores agresiones sufridas por la clase trabajadora desde la recuperación de la democracia formal. Que han preferido someter a l@s trabajadores y trabajadoras antes que atacar el problema en su origen ( injusticia fiscal entre otros).
El líder o la líder del futuro no puede salir de un gobierno viciado y sometido; debe ser alguno o alguna que tenga claro que el giro dado por el gobierno ( avalado por una dirección política sometida y dócil) precisa de una rectificación urgente. Que le diga a los y las ciudadanos y ciudadanas, a los y las trabajadores y trabajadoras que van a recuperar el compromiso con la justicia, la solidaridad y la igualdad. Mientras que no se a así, no se estará haciendo más que otra operación de maquillaje sin contenido: con forma, pero sin contenido.
Cualquier dirigente, cualquier militante tiene derecho a querer transformar el partido y considero que Izquierda Socialista ( entre otros) debería ser valiente y presentar un candidato o candidata, ¿o acaso no lo tiene o tiene miedo a que se visualice su escasa fuerza orgánica, o le da vértigo que lo que se ha insinuado en privado no se pueda decir en voz alta ( que sus "exigencias" no sean más que un brindis al sol)?
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