En verdad no debería ser yo (un ex militante) el que criticase la retahíla de dimes y diretes que los "lideres" tornados en "barones" territoriales del PSOE están lanzando sobre el asunto de la "sucesión".
Tomas Gómez, Oscar López y( nuestro "gran timonel en el País Valenciano) Jorge Alarte se empiezan a posicionar, o como mínimo a manifestar sobre el cómo y el dónde se tendría que dilucidar la tan mentada sucesión.
En el PSOE, al igual que en los grandes partidos de ámbito estatal, se acostumbra a situar a los líderes un escalón superior al de los y las militantes; bueno, más que un escalón por encima, los diferentes grupos o lobby de intereses los sitúan en un pedestal. Están por encima del bien y del mal, son incuestionables e infalibles. Cualquier discrepancia con sus planteamientos es tomado como un ataque a la unidad del partido (¿ellos son el partido?). Y por todo ello, la pregunta es obvia: ¿y l@s militantes qué piensan, opinan o consideran? .Por mi corta experiencia y siendo indiferente el sector donde se alinee cada uno, la tónica general es la actitud acrítica ( en privado se critica para en público mostrar la adhesión más increbrantable al líder y sus postulados) siguiendo el perverso principio de la "unidad del partido" (¿unidad en torno a una persona?).
El papel casi mesiánico que se atribuye a los "lideres" los convierte en "barones" ante una anestesiada militancia. La otra, la que no está anestesiada, se coloca como puede en el entorno del líder buscando ese espacio que les asegure la supervivencia orgánica y, evidentemente, el cargo institucional. ¿Eso es una actitud que pueda entenderse como democrática?. Evidentemente, y según el criterio y principios de la "democracia meramente representativa o delegativa" sí. Pero está claro que esto lo que crea (intencionadamente, creo) es mayor distancia entre los partidos y la ciudadanía que cada día los ve como algo más ajeno a su vida cotidiana. Lejos queda aquella izquierda cuyo discurso sobre la democracia participativa y directa era una reivindicación principal; lejos queda aquella izquierda donde la horizontalidad era un plus político. Lo que prima es la aceptación acrítica y la sumisión al líder de turno...hasta que el fracaso le condene al ostracismo o a un cargo menor, aunque bien remunerado (pagando servicios prestados).
Que lideres o "barones" territoriales hablen ahora que la decisión la tendrán las agrupaciones es más un insulto a la inteligencia de los y las militantes que una posición política. Es una burla pues la dinámica impuesta en el PSOE, ni propicia ni impulsará más participación que la que quieran los líderes y sus camarillas de intereses. ¿Exagerado?. Ni un pelo. Y si no, véase que uno de los ahora "barones" en alza ( Alarte) dirigió magistralmente los procesos de primarias desde una movilización casi militar de sus seguidores para evitar que los disconformes o los que planteaban alguna alternativa tuviesen todos los problemas y más para poder competir en buena lid contra los elegidos por el aparato. Si ese es el liderazgo que se vislumbra en el horizonte, me alegro de haber abandonado la organización. Si la contestación a esa "dictadura" del "barón" de turno tiene que liderarla internamente Izquierda Socialista, me reconforta haberme desvinculado de un sector que vive de su propia justificación de existir para seguir existiendo.
Salud y Socialismo.
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