UN ABRAZO MANOLO.

Manolo Mata, con la elegancia que le caracteriza y asumiendo el compromiso que tiene para con el PSPV-PSOE contestó a los "alagos" de la derecha. Y contestó porque la próxima legislatura ya no estará en la bancada socialista. Manolo no lo dice, pero ha sido excluido por ser un "enemigo político" para la mediocre dirección. J. Alarte, como mediocre que es, no puede tener a alguien de la talla política de Manolo, a pesar que más de un 40% le apoyó en las primarias en las que, tanto Alarte como el resto del aparato se movilizó para apoyar a su delfín, el desconocido pero obediente y disciplinado Calabuix.

Manolo, no lo va a decir, quizá porque tampoco lo piensa, pero otros si que vamos a decir que el proceso que el Secretario General ha protagonizado es propio de los tiempos del centralismo democrático; que las listas autonómicas no han estado apoyadas por las Asambleas porque no estaban decididas en el plazo para que las agrupaciones las pudieran debatir y elegir. Que los componentes de las listas han sido elegidos por el mediocre de Alarte con el apoyo de su mediocre dirección buscando crear un bunquer y no un grupo parlamentario de altura política.

Espero que, si los ciudadanos y ciudadanas deciden echar definitivamente a la derecha, Alarte y su mediocre dirección asuman sus carencias y cuenten de alguna manera con todos esos compañeros y compañeras que han excluido para conformar un verdadero gobierno de izquierdas y de progreso y no solo un gobierno a la medida del líder y del necesario culto a una figura mediocre e insulsa políticamente.

Izquierda socialista tendría que movilizarse en defensa, no de Manolo, pero si de la democracia interna, pues ha asumido el verticalismo como un mal menor, sin plantear batalla y permitiendo que, poco a poco, los militantes adscritos se vayan quemando y abandonando las filas socialistas sin mover un dedo. El futuro de ésta corriente, permitiendo que figuras como las de Manolo se dejen en fuera de las listas es bastante oscuro. Creo sinceramente que la actual coordinadora de Izquierda Socialista tendría que renunciar e iniciar un proceso de reconstrucción, por el bien del socialismo y de un partido que en la actualidad se haya a los pies de una mediocre dirección y de un líder necesitado de culto y pleitesía. El coordinador, el compañero Juan Soto, lejos de defender las posiciones de la corriente, ha participado de la ceremonia ademocrática; lo siento mucho pero esa actitud le descalifica como coordinador de I.S y, por lo tanto, tendría que ser el mismo quien impulsase un proceso de regeneración interno en IS. Un proceso que la dotase de argumentos para seguir viva politicamente. De lo contrario, que se acuerde la disolución y su paso a la historia de los proyectos fracasados.

Salud.