Leo que el G.M Socialista se frota las manos por la sentencia del Supremo sobre la denuncia presentada por Arcadi Blasco. Simplemente recordarles que la regeneración de la playa empezó siendo Alcalde el ínclito Vicent Baeza y la continuó el no menos Juan Ramón Varó. Celebrar que el Ayuntamiento tenga que indemnizar a Arcadi o a cualquiera sin exigir que, en caso de ser responsabilidad municipal ( que debería haberse dilucidado en una comisión que deberían haber solicitado desde la oposición, pero que no han hecho...) que la indemnización salga de los bolsillos de los y las Concejalas de la derecha, me parece, como mínimo, penoso.
Igualmente de penoso que me pareció que en la sentencia sobre la Senda dels Filaors el Grupo simplemente hiciera una declaración sin más, sin reunirse con los vecinos y vecinas, sin pedir; sin exigir que la derecha ( culpable de la perdida de patrimonio público) asumiese su responsabilidad. O como el caso de los terrenos de VPO vendidos para "construir" la piscina, en los que el Ayuntamiento, gobernado por la derecha, fue condenado a la devolución de lo ingresado en la venta, saliéndose de rositas los responsables y sin que el Grupo mayoritario de la oposición dijese más allá de un "lamento".
No se puede ser tan olvidadizo, pues se cae en el oportunismo y la hipocresía. La derecha ha estado en la picota en más de una ocasión y se han salido por la tangente por no tener capacidad ni voluntad el mayor grupo de la oposición de ponerle contra la pared y exigirle la responsabilidad pertinente.
Bueno, ahora ya se pueden reivindicar cosas, pues estamos en un periodo sensible y en el que se pueden decir y afirmar cosas sin que el pasado pese demasiado, ¿o no?.
Ahora, evidentemente, se dirá que, ante la crítica al Grupo mayoritario, quien se beneficia es la derecha. Yo diría que, en todo caso, quien se ha beneficiado de cuatro años de paz política ha sido la derecha de la derecha, y no tengo más que decir.
La cuestión que me preocupa, en definitiva, no es que la derecha se haya ido de rositas, ni que el Grupo mayoritario de la oposición no haya tenido la capacidad de ponerlo contra la pared por sus cacicadas (sentenciadas por los tribunales), sino que la tibieza y el exceso de responsabilidad institucional me indica que, quizá ( solo quizá) las siglas no signifiquen un cambio de política, sino únicamente de caras, pero las políticas ( por llamarlo de alguna manera) seguirían siendo similares...eso sí: por el bien del pueblo y cargadas de pragmatismo responsable (no como hacemos otros, cuya intención y voluntad es incendiaria y perversa), ¿no?.
Ahora, los que se sienten en posesión del espíritu institucional de la izquierda, dirán aquello de "veis, lo que quiere es que gane la derecha". Y no es así. No quiero que la derecha de la derecha gane, pero tampoco me siento representado por un Grupo que se ha pasado cuatro años en la placida oposición, y que ahora salen en tropel para que se les visualice en dos días lo que fueron incapaces de hacer ver en cuatro años. Esa, no es la izquierda, pese a que en sus históricas siglas figure la O de obrero y la S de socialista: las siglas, insisto, no dan pátina ideológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario