La Generalitat Valenciana pasa - y no es algo nuevo-, por dificultades económicas. Una situación que se debe, en parte a la crisis pero en gran parte a la nefasta gestión, al pésimo trabajo institucional de la derecha valenciana. El despilfarro ha sido constante mientras se escamoteaban fondos a la educación y la sanidad con un claro objetivo: poner estos servicios en manos privadas.
Y los Valencianos asistimos a esta ceremonia del absurdo sin casi decir nada. Las pocas voces que se alzan pidiendo un cambio ( denunciando la corrupción, pero para superarla con la política y no solo para aprovecharla como colchón de descontento)no son lo suficientemente fuertes ni convincentes como para hacer mella en el monolítico apoyo a la derecha. Esto el algo que roza el fenómeno paranormal pero, tanto por un lado como por el otro.
El que despues de ver los billetes salir por la pernera del traje, todavía sigan apoyando electoralmente a un grupo de corruptos es, además de inexplicable, muy peligroso pues "normaliza" una situación absolutamente anormal. Pero que la única alternativa sea la crítica a esta cuestión, sin plantearle a la sociedad civil Valenciana alternativas claras, sencillas y próximas me parece una irresponsabilidad similar.
Es necesario que los sesudos documentos que elaboramos llenos de cifras, datos y tantos por ciento, los desgranemos y expliquemos. Tenemos que decir que la sanidad es pública y lo seguirá siendo, que renunciamos a conciertos y que los fondos serán integramente para la salud pública. Tenemos que decir que la educación, progresivamente será integramente pública. Que los fondos para construir nuevos centros y su consiguiente dotación serán ingrementados al tiempo que se disminuyen los conciertos con el sector privado. Tenemos que decir que la normalidad va a llegar a la Generalitat: racionalización de la estructura, disminución de gastos, claridad, información y, por consiguiente, más democracia y de mayor calidad. Tenemos que decir que los sectores económicos deben estar tranquilos, pues la pequeña y mediana empresa nos va a tener a su lado, no para trincar, sino para crear un tejido productivo social y sostenible. En definitiva, tenemos muchas cosas que decir y muy poco tiempo para hacerlo.
SALU Y SOCIALISMO.
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