El pasado domingo la Asociación cívico cultural Rafael Altamira celebró el I Festival Intercultural. La cita, para los que acudieron, no solo tenía ( o debía tener) un sentido festivo o lúdico, sino reivindicativo de la pluralidad social de nuestra sociedad. La integración, desde el respeto cultural es una máxima de convivencia de las sociedades civicilizadas. Máxima que la derecha ha llevado hasta el punto de exigir la unidad de destino, eso sí; siempre que se tenga papeles. Esa legalidad que decide que, quien tiene papeles está en situación legal y el que no, debe irse a su país. Esa misma legalidad que considera a los seres humanos mera mercancía, mano de obra necesaria o prescindible, según el caso.
Me parece que la foto que ilustra la noticia de la Festival Intercultural no es, ni la mejor, ni la más adecuada, aunque sí simboliza lo que para la derecha significa multuculturalidad o interculturalidad: una herramienta de propaganda.
Si el Festival hubiese estado promovido por la Concejalía pertinente, dentro de un programa de integración sociocultural de l@s ciudadanos que han decidido ser nuestr@s vecin@s, vivir y trabajar junto a nosotr@s, me parecería una iniciativa interesante. Pero estoy seguro que el festival cambió de sentido con la visita ( y la foto) de un Alcalde que representa a la derecha rancia aglutinada en el partido de la gaviota.
Los votos son los votos. Y hay que cuidar la imagen, por lo menos en el último tramo de la legislatura.
Seguro que asistieron otros representantes de organizaciones políticas, pero la propaganda la paga la derecha gobernante, y los demás no existen. La estratégia de falsear la realidad a través de la propaganda es una dinámica que conocemos y que debemos denunciar.
Se han intentado colgar la medalla de las inversiones estatales ( rotondas, retén de la policía, oficinas, etc) y seguirán intentando tener la presencia mediática que sus méritos políticos no merecen. Seguirán intentando vender imagen pues no ha habido políticas que rentabilizar. Esa va a ser si campaña: somos los que gobiernan, somos lo posible, y más allá de nosotros, el caos.
Hay que luchar contra esto. Hay que decirle a l@s vecin@s que hay muchas necesidades sociales que en nuestro municipio, después de quince años, no han sido cubiertas. Que se ha sacrificado el bienestar por las obras propagandísticas y poco necesarias. Hay que decirlo, indicando qué es lo que haríamos nosotros, cómo y con quién, pues de lo contrario nuestra crítica será siempre rebatida con fotos y más fotos. Y ya lo dice el refrán: una imagen vale más que mil palabras. Multipliquemos nuestra palabra y que llegue a todos. Digamos que para nosotr@s no hay más que una raza: la humana. Que queremos construir un pueblo donde de igual de donde venga cada un@, donde los servicios lleguen a tod@s desde una premisa fundamental: de aquí o de fuera, una clase obrera.
Salud y Socialismo.
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