Desde un punto de vista del mercado sí, la empresa debe ganar dinero, para mayor gloria del empresario y casi siempre a costa de lo mismo: apretándose el cinturón los trabajadores para que el "amo" pueda comprarse un coche lo más grande posible...
Señor Gomez Navarro, la apuesta es la empresa rentable socialmente y laboralmente justa. La empresa que, en caso de beneficios, los reparta entre sus miembros y con la sociedad. Que en caso de perdidas, los ajustes los sufran todos, desde el gerente hasta el botones. Esa es la apuesta para transformar el mercado y humanizarlo definitivamente.
Evidentemente, los empresarios, apoyados por el gobierno, asumen el papel de salvadores de la economía pues, según ellos, "sin empresarios no hay empleo". Eso es una verdad a medias, o lo que es lo mismo, una mentira. La figura del empresario emprendedor que invierte dinero propio y ajeno para generar una actividad que le rentará, no solo lo invertido sino una productividad que le debe garantizar un nivel de vida muy por encima de los demás.
Hay alternativas: las cooperativas bajo una premisa: el igualitarismo. No confundir igualitarismo con injusta igualdad (a cada cual según su capacidad, y esfuerzo). Debemos asociar ese igualitarismo con un concepto de reparto de beneficios y perdidas en igualdad. De una reinversión interna y en la sociedad. Hay muchos sectores, muchas actividades que, enfocadas con un nuevo espíritu y desde una nueva cultura del beneficio y el consumo ( socializado), pueden generar riqueza social.
Conceptos como el de la productividad basada en recortes salariales y condiciones laborales draconianas debe ser sustituida por la solidaridad, la cooperación y el apoyo mútuo.
Salud y Socialismo.
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