Las encuestas son orientaciones que pueden permitirnos valorar si el trabajo que se está haciendo, está llegando a la ciudadanía, como está llegando y el nivel aproximado de apoyo que suscita. En la encuesta encargada por el PSOE en el País Valenciano, los datos deben hacernos reflexionar de forma urgente y más allá de de pasiones, superando intereses y afinidades grupales, sectoriales o familiares.
Tradicionalmente en el PSPV-PSOE se han movido, con mayor o menor agilidad y con mayor o menor grado de seguimiento diferentes "familias" que, lejos de aportar debate y proyecto han consolidado un partido institucionalizado en la "dulce derrota" desde 1995. La cara más pública de las "familias" se ha puesto de manifiesto en los diferentes procesos congresuales y se pone de manifiesto en la elaboración de las candidaturas y la elaboración de las propuestas con las que nos presentaremos a l@s valencianos y valencianas en mayo de 2011.
Ni una sola voz ha cuestionado abierta y claramente la actuación de la dirección en los diferentes procesos de primarias. La actuación en la ciudad de Valencia, en Alcoy y principalmente en cuanto a la candidatura a la Presidencia de la Generalitat, donde la dirección, en vez de propiciar del debate, lo cercenó abierta y contundentemente negando, o en su caso dificultando la apertura de debate y la presentación de alternativas. Decir esto ha sido, es y será calificado como una deslealtad pero, ¿no hay mayor deslealtad que utilizar el aparato conseguido gracias a acuerdos y concesiones para consolidar una corte de seguidismo acrítico en pos de la poltrona ( ya sea institucional u orgánica)?.
No obstante, tenemos ante nosotros el reto de, bajandonos del coche oficial, intentar llegar a la población que, hoy por hoy, vive asqueada un clima de corrupción institucionalizado que salpica a distra y siniestra. Tenemos que dejar de "vender" propuestas y bajar a debatirlas con la sociedad. Es necesario que pueblo a pueblo, ciudad a ciudad, se evalue la situación de los servicios haciéndo una apuesta clara por el caracter público de los mismos. Es necesario evaluar la situación del empleo y articular medidas de estímulo y gestión directa de empleo de carácter social. Es necesario decirle a la Comunidad Valenciana que el proyecto socialista, además de tener la bandera de la honradez, se niega a mantener la superestructura burocrático politica, intervendrá energicamente en la política de los manirrotos Ayuntamientos gobernados por la derecha a golpe de campaña publicitaria.
Es necesario seguir denunciando la corrupción de la derecha, pero debemos empezar a transmitir mensajes claros y comprensibles a la ciudadanía. Agrupación por Agrupación recorrer el País Valenciano explicando que no podemos quedarnos en casa, que es necesario acudir a votar para echar a la derecha corrupta, ¿o acaso los ciudadanos y ciudadanas han asumido como mal menor la exclavitud cultural y educativa a la que pretenden someternos los chicos de la Gurtel?.
La derecha no tiene ningún problema en "radicalizar" su mensaje, e incluso atrae a determinados sectores con los que hemos jugueteado. Nosotros y nosotras, debemos rescatar nuestras propuestas sociales, nuestras reivindicaciones políticas, nuestro diseño de un futuro mejor, sostenible, justo y solidario.
Es preocupante el dato de la encuesta, pero lo que debería preocuparnos realmente es porqué hay más de un 30% de desencantados.
Desde el nacimiento de Izquierda Socialista como corriente organizada en el seno del PSOE, una de las reivindicaciones fue la unidad de la izquierda. Ahora, un elemento de ilusión podría ser, como mínimo la unidad programática o el acuerdo programático sobre aspectos como la regeneración democrática ( que irremediablemente conllevaría una revisión de posiciones. por ejemplo, en cuanto al tanto por ciento requerido para la obtención de representación parlamentaria en la Cortes Valencianas...), política económica y social, etc.
Tenemos tiempo de reinvertir en lo posible lo que en apariencia será un desastre, del que seguro que algunos sacarán tajada ( posición institucional, orgánica, etc) y que, de no remediarlo, puede llevarnos a un nuevo proceso congresual, siempre más dramático que el anterior, sin afrontar la necesaria recuperación de valores y principios que nos hemos dejado por el camino y que necesitamos como el comer.
Salud y Socialismo
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