A algun@s no nos queda otro remedio que permanecer atrincherados, manteniendo una actitud casi de barricada ante lo que está sucediendo en el PSPV de El Campello. Primero fue el cuestionamiento de la Comisión Ejecutiva, de la que se fueron un@s (que se debían haber ido antes pero que permanecieron en la dirección a sabiendas que era irregular) y llegaron otr@s. Después fue la negativa del compañero Portavoz a debatir asuntos municipales en la Ejecutiva; ¿de qué discute una ejecutiva, qué acuerdos toma si se nos niega el contenido de nuestro principal razón de existir como organización política local?.
Y mientras tanto, pasaron asambleas, donde algun@s tuvimos que soportar ninguneos por pertenecer a una corriente reconocida estatutariamente, donde tuvimos que ceder en el texto de documentos elaborados y enmendados a ultima hora, en beneficio de la paz interna. Después el acoso político, utilizando los recursos personales ganados en largas tardes de charlas donde la ficción primó sobre la realidad, aunque algunos dirigentes hicieron oídos y adoptaron posiciones que ahora dan sus frutos.
Y para finalizar, el sincero intento de consensuar una candidatura promovido por diferentes compañer@s que obtuvo como fruto el desprecio de un sector pero la comprensión y la participación de otros que hasta el día eran reacios a sentarse a dialogar y lograron acordar, no solo una candidatura, sino un proyecto de trabajo basado en el debate, el acuerdo y la dinamización política de la Agrupación.
Ahora nos encontramos con una gestora, una candidatura y un partido sin rumbo dirigido en la sombra por los que asumieron que hacer política era subir la persiana de la Agrupación y pasar la tarde charlando de fútbol, toros y el emule. Esos mismos cargan sin rubor contra los que hemos intentado poner sobre la mesa la realidad y nos hemos esforzado por cambiarla, cediendo posiciones, pero siempre con un objetivo: convertir al Partido Socialista en algo más que una candidatura electoral.
Personalmente me debato entre las únicas dos opciones que existe: estar o dejar de estar. Por un lado quiero seguir en la trinchera, pero la falsedad, la manipulación y las actitudes políticas miserables están minando mi resistencia.
Ya veremos donde acaba todo esto. Tal y como digo en un comentario firmado por MI en información, creo que estamos dando las armas necesarias a la derecha para aprovecharse de nuestra debilidad y consolidar su objetivo de convertir el Ayuntamiento en su cortijo particular.
Salud y Socialismo.
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