El si de los niñ@s

Todo parece aclararse en la derecha local: la imposición ( mira tu) de los que mandan ha propiciado que el perdón (como buenos católicos) haya primado la concordia ha sustituido a la venganza. 

No hace mucho el Alcalde se las prometía duras con sus opositores ( que ganaron le ganaron la votación) pero ahora "el interés general" es lo que importa; o dicho de otra manera: el interés es lo que importa. No obstante, much@s ( o algun@s) estarán apretando el culo al sillón para ver si no son los elegidos para abandonar la Casa. Está visto que cuando hay interés, los problemas son menos importantes y la unidad se escenifica como imagen de familia bien avenida.

La derecha se va a enfrentar a sus propias miserias. Una legislatura llena de nada y repleta de menos. Las obras que ahora venden en los medios de comunicación se han realizado con dinero del Estado o incluso, no se han realizado ( véase asunto de la piscina). La complicidad de la derecha gobernante con sus jefes ha mantenido una situación vergonzosa en el asunto de las basuras y por si fuera poco, después de desgobernar el Ayuntamiento durante cuatro legislaturas y ser incapaces de definir un modelo de pueblo, han recurrido a incrementar los impuestos para financiar una administración repleta de barrigas agradecidas y estómagos complacientes.

¿Y de lo nuestro qué?. Esa pregunta todavía está dando vueltas en la cabeza de más de un@, pero la respuesta es difícil de dar pues, ni nostr@s mism@s somos capaces de articular una justificación más allá del interés que pudiera tener la dirección provincial en quitarse de encima un problema que cada día iba siendo más gordo. Definitivamente la respuesta se la dejamos a las urnas y a la infalibilidad de los órganos rectores del partido, que en caso de enmendar la plana a la dirección provincial ( recordemos que hay un recurso por en medio) propiciaría carcajadas hasta el veintidós de mayo.

Lo cierto ( y penoso) es que la derecha, por interés, ha cerrado filas pero las heridas no han sido cauterizadas, por lo que en cualquier momento la sangre podría volver a salpicar la política municipal con su salado sabor y su ansia de venganza. Pero ahí están.

Salud y Socialismo.