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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

lunes, 14 de febrero de 2011

EL SABIO REFRANERO.

La tradición oral en nuestro país es rica: el refranero tiene un contenido que recoge, principalmente, la experiencia de la vida. El caso es que me viene a la cabeza ( leyendo el diario Información de hoy) aquello de " en todos sítios cuecen habas". La derecha en Xixona "insta" a "consensuar"... y me vienen a la cabeza otras "instancias" que se convirtieron en "tu, y los tuyos, porque lo digo yo".
Es evidente ( cada día más) que la democracia es una enteléquia pues lo que se entiende, es una mera apariencia, pues la democracia es otra cosa. Es la posibilidad de influir, de que la opinión de uno o una cuente, poder condicionar colectivamente las decisiones de aquellos que no son otra cosa que "delegados", poder revocar a los nombrados por realizar políticas personales y personalistas fuera de cualquier programa político o principios ideológicos. Eso es lo que algunos y algunas entendemos por democracia: la no imposición, el dialogo, el acuerdo... y, desgraciadamente, nada más lejos de la realidad.
Apelar al "consenso" es un formalismo. Simplemente, o no se tiene claro qué se quiere desde la cúpula dirigente, o simplemente esperan a que se despellejen para que la ley natural del "más fuerte" prevalezca.
Y mientras tanto, los ciudadanos y ciudadanas de Xixona y otros tantos municipios, esperan a que las candidaturas se presente para ir (  o no) resignadamente a las urnas a depositar una delegación para que luego "hagan de su capa un sallo". ¿O no?. Precisamos de cambios pero solo el compromiso colectivo y mayoritario conseguirá invertir el proceso, poner en evidencia lo evidente y devolver el poder a las bases, a l@s afiliad@s o militantes que por convicciones ( y no solo por interés o por ambiciones legítimas o ilegítimas) asumen pertenecer a una organización política. De cualquier manera y para terminar quiero decir que; que pasen estas cosas en la derecha es casi normal, es algo genético. Pero que pase en la izquierda, es preocupante; muy preocupante pues nos ponemos a una altura ínfima, aunque la intentemos revestir de democracia, disciplina y unidad.

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