He leído el cruce de mensajes que parece motivar la reivindicación que sirve con titular a la entrada LAS BASES PIDEN DEBATE en el blog de los compañer@s de IS MÁLAGA. A través del Facebook he expresado a Pepe mi escepticismo sobre la petición o reivindicación por una sencilla cuestión: ¿qué bases?. Las bases del PSOE están, desde hace muchos años, anestesiadas, arrolladas ( en todos los sentidos) por una súper estructura burocrático política; la misma que elegimos tener en contraposición a las posiciones que defendía la IS original ( la de 1979). Evidentemente era otro contexto político e institucional, pero la apuesta que ganó nos ha llevado hasta éstos lodos.
La militancia del Partido Socialista se divide en tres ( en mi opinión): aquell@s que mantienen un carnet y una mínima militancia casi testimonial como bálsamo ideológico. Otr@s, que ven en la súper estructura una oportunidad de culminar sus ambiciones personales, y económicas. El tercer grupo es el de los "radicales" que, desde la desorganización y gracias a las nuevas tecnologías parece que son varios pero son los mismos que se mueven mucho. ¿Simplista el planteamiento?. Es posible, pero creo que poco me alejo de la realidad.
Ahora, esas bases ( si nos referimos a la militancia) no tienen el cuerpo para plantear una guerra interna para recuperar lo perdido y lo renunciado. Y las bases que se aglutinan en torno a Izquierda Socialista, sobreviven como pueden, con la espada de la expulsión sobre su cabeza.
El nivel de compromiso lo elige cada un@ en función de su capacidad, de sus inquietudes, del tiempo del que dispone, etc, pero cuando uno se dice que continúa en éste partido por que existe un instrumento para transformarlo desde las tripas que se llama IZQUIERDA SOCIALISTA, debería ser consecuente y, o expresarlo con firmeza, o simplemente abandonar y buscar acomodo ideológico en otros foros y plataformas políticas.
En definitiva, lo que quiero decir es que, en mi opinión, las bases ( por lo que a Izquierda Socialista se refiere) no están preparadas para afrontar una exigencia como la de impulsar el debate; quizá en algunos lugares sí, pero en general, no creo. Y el resto de las bases, pues que vamos a decir...ahí están.
No obstante y a pesar de que el tono pueda parecer pesimista, todavía creo que puede valer la pena hacer un esfuerzo, pero éste pasa inevitablemente por crecer y fortalecer Izquierda Socialista como instrumento de cambio interno. De lo contrario, la militancia seguirá perteneciendo o al grupo uno o al dos, pero el Partido seguirá siendo lo que es: una institución y no un instrumento de cambio y transformación.
Y para que produzca ese crecimiento cuantitativo y cualitativo, ¿que se precisa?. En primer lugar, un intercambio de opiniones y propuestas continua. Una reconstrucción de la coordinación estatal y de las distintas federaciones. Una estrategia de crecimiento ofreciendo a l@s nuev@s militantes una herramienta para luchar contra el social liberalismo y la política de sumisión al capitalismo y sus esbirros. Una confluencia clara y oficial con los movimientos sociales. Una participación activa y como corriente en diferentes foros y plataformas. Una nueva estrategia que no pase única y exclusivamente por tener representación en las instituciones y órganos de dirección. Volviendo, en definitiva, a recuperar el activismo político frente a la resignación y la pasividad. Si un@ se considera miembro de Izquierda Socialista debe decirlo, debe participar y debe propiciar el crecimiento del debate y del número de afiliados que participen. De nada sirve autocomplacerse en la intimidad: debemos dar el paso y decir, con orgullo, que pertenecemos, de alguna manera, a una oposición de izquierdas en el seno del Partido Socialista, dirigido por decisión de las bases por un sector que nos dirige hacia la total inmolación ideológica y política.
Salud y Socialismo.
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