El problema que se viene
arrastrando desde prácticamente la apertura de la planta de residuos de Les
Canyades no se soluciona y parece que va a ser uno de los elementos que van a
marcar la agenda política de la precampaña, la larga precampaña hacia las
elecciones de mayo de 2011.
L@s vecin@s que vienen padeciendo
el suplicio del hedor que produce una planta incontrolada y bajo gestión
privada han conseguido poner la basura sobre la mesa pero eso parece no afectar
a los gobernantes de la derecha, más preocupados por el lugar de la lista que
van a ocupar que por avanzar en la solución de los problemas. Otra cuestión se
suma a esta: el pueblo de El Campello, a excepción de los vecinos que viven con
una mascarilla pegada a su cara es “bastante” ajeno al problema, conociéndolo
por la prensa pero sintiéndolo lejano. Esto es un error. Un pueblo que no
afronta colectivamente un problema, aunque este esté prácticamente en los límites
municipales, está condenado a sufrir atropellos continuos por falta de unidad. Este
es el primer principio: apoyo mutuo. L@s vecinos de Cala D’Or tienen que tener
el apoyo de la sociedad campellera, sin fisuras y como si el la basura
estuviese justo bajo la ventana de todos y cada uno de nosotros.
Por otro lado, la solución del
problema es aparentemente compleja. La solución debería pasar por la reversión
inmediata del control de la planta a manos públicas. La empresa privada vela,
como no podría ser de otro modo en una sociedad privatizada, por sus intereses,
y parece que los de la contaminación aérea no es una de sus prioridades. Otras
cuestión es quién vierte y qué se vierte, pero esto, desgraciadamente también
va unido al control público. La última cuestión es replantear el porqué El
Campello sigue perteneciendo al área 15 y no a su entorno metropolitano: l’Alacantí.
Una vez que encontremos respuestas a algunas de estas preguntas, habría que
trasladarle al Alcalde varias cuestiones. Una: el pueblo de El Campello ( no
solo Cala d’Or, sino todo el pueblo) no está dispuesto a seguir consintiendo
mentiras y sumisiones que benefician la posición en el partido pero perjudican
a la sociedad. Dos: el pueblo de El Campello ( no solo Cala d’Or) está
dispuesto a luchar, movilizandose para reivindicar una solución urgente. Tres:
el pueblo de El Campello exige compromiso a sus políticos. Menos oportunismo y
más trabajo político. Soluciones y no solo denuncias. Respuestas de los que
forman parte del problema e iniciativas de los que se postulan para sustituir a
la derecha en el gobierno.
Estoy convencido que la justa
causa por la que luchan los vecinos y vecinas de Cala d’Or debemos hacerla
nuestra pues nadie está a salvo de nada y la unidad ciudadana en la lucha por
la justicia es el único instrumento que va a propiciar un sentimiento colectivo
y no una lucha atomizada, algo que beneficia a la derecha por sentirse poco
presionada ( el Alcalde sigue dando largas a una solución de la que el forma
parte quizá únicamente porque cualquier acción supondría perder puntos y méritos
en su carrera política).Esta derecha que más que grupo son "pandilla" hacen honor a aquellas simpáticas marionetas que vivian en la basura, pues la clase política municipal parece encontrarse "en su salsa" con éste problema, regodeándose en la miseria tras haber vendido en su día la edionda instalación como última tecnología...¿tecnología de la contaminación aerea, del olor insoportable, del perfume de estercolero?.
Para finalizar, es necesario
considerar que cualquier solución debe pasar por el mayor consenso posible,
contando siempre con las “victimas”, que no pueden ser invitados de piedra,
debiendo ir, hombro con hombro con los representantes políticos a tocar las
puertas necesarias, no con peticiones, sino con exigencia de soluciones ¡ya!.
Angel Sánchez
Izquierda Socialista PSPV-PSOE
Agrupación Socialista El
Campello.
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