El Consell tiene claras las prioridades: la salvación de su alma por encima de las necesidades básicas de los valencianos y valencianas. El Molt Honorable espera que con esa aportación su estrella vuelva a brillar, porque el confía, sí, pero en la divina provicencia, ya que los tribunales no son lo suyo.Todo un orgullo para la Comunidad valenciana. Ahora, cuando el sumo órgano de la derecha acuerde designar a Camps como candidato, lo único que tenemos que hacer es encomendarnos de nuevo al santo o santa que sea para que el voto cautivo que los populares suman comicio tras comicio, se libere, adquiera conciencia y abra los ojos.
Y el seguido enfervorecido de San Camps en nuestro pueblo también estará encomendándose para que sus correligionarios asuman nuevamente su candidatura, algo que el pueblo de El Campello deberá agradecer a ese papa sobre el que no acierto a escribir el nombre.
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