Jordi Sevilla, Diputado y Ministro, Conseller con Lerma y ahora látigo de Zapatero. No entiendo.
Ahora toca el "culto a la personalidad". ¿Pero este hombre en que partido ha estado militando?. El partido, desde que Felipe Gonzalez lideró el "cambio", perdió cualquier referente colectivo, sacrificando la organización y sometiéndola al presidencialismo. Contra eso tocó luchar pero otro de los males que todavía nos afecta pudo con cualquier argumento: el electoralismo.
Este hombre, resentido como el que más, no ha planteado una alternativa a su crítica. El carácter presidencialista propicia estas cosas, al igual que la confusión cuando se compaginan los cargos de secretario general y presidente. Si la intención del ínclito Jordi es ayudar al socialismo, lo que tendría que haber hecho es, quedarse y trabajar desde dentro para que el partido modificase su dinámica de autodestrucción. Desde fuera, la imagen que ofrece es de un crítico resentido contra Zapatero. Es posible que las tres tardes que empleó en enseñarle las cuatro cosas básicas en economía, o no han tenido efecto o lo han tenido en exceso.
Salud y Socialismo Municipal.
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