La revisión catastral realizada en El Campello contó, sobre el papel, con el apoyo de la totalidad de grupos políticos. Sabiendo que la última databa del año 86, todos deberían haber sido conscientes de que el incremento se produciría. Otra cuestión es el coheficiente que se aplica y que en nuestro caso es el máximo. ¿Porqué?. Sencillamente porque las arcas municipales están descapitalizadas. La derecha, desde su llegada al Gobierno en el año 95 no ha planteado más que incremento de gastos ( en su mayoría tontos e innecesarios) sin una propuesta más allá de su propia ceguera.
Hay que recordar que en el año 95 la derecha se encontró con un Ayuntamiento bastante saneado gracias a la policía de contención y búsqueda de ingresos que practicó la corporación saliente. El esfuerzo en aquel entonces en la regularización de las altas catastrales ( que hasta entonces no pagaban ni IBI, ni basura, ni nada, a pesar de beneficiarse del servicio) propició un incremento de los ingresos. Esto, junto a una política restrictiva, presentó a la derecha en el año 95 un Ayuntamiento propenso al despilfarro ( esto y el incremento de la actividad económica en torno a la construcción sin control y sin criterio fruto del Plan General del año 86, padre político del que actualmente quiere aprobar la derecha).
Esto nos puede situar en un panorama poco alentador como es que, sin ingresos fijos, se han disparado los gastos fijos y los innecesarios ( amigos con carnet del partido contratados, fiestas, jolgorios y protocolo, ochenta teléfonos móviles a disposición de un grupo de funcionarios que hacen viajar el celular con ellos a las vacaciones, sobresueldos por...hacer el mismo trabajo a otro grupo de funcionarios ...).
Bien, situados ya tendríamos que plantear un cómo salir de esta situación, porque propuestas hay y no pasan exclusivamente por una rebaja de impuestos, pero si por un control de a quién y cuanto, que es una política de clara orientación social: de cada cual según su capacidad...
Los impuestos, no olvidemos, financian la mayoría de los servicios que el Ayuntamiento presta. ¿Que se podrían prestar más y mejor?. Evidentemente. Pero esto requiere una revolución ética en todos y cada uno de los aspecto que antes he mencionado entre paréntesis. Estar dispuesto a reformar la estructura política y la administrativa y que el pueblo que no llega a fin de mes pueda ver un compromiso cercano con el es más que una propuesta electoral una necesidad. De lo contrario todos seguiremos siendo parte de ese conglomerado municipal y únicamente se podrá esperar la alternancia por desgaste y no por representar proyectos políticos claros, diferenciados y con compromisos ( hablo de la izquierda, porque la derecha no puede aspirar a ello por claros impedimentos de intereses y, porque no decirlo; de clara incapacidad ante la ausencia de ideología más allá de la gestión empresarial ( que, están bien y siendo necesaria, no puede ser lo único en lo que se fundamente la acción política).
Es necesario buscar ingresos fijos para mantener programas y servicios. Es necesario economizar y racionalizar "ese" gasto que en la actualidad mantiene la derecha, reinvirtiéndolo en programas de contenido social, formativo y laboral. Se puede hacer, pero seguramente tenemos que desprendernos de esa ansiedad por seguir situando la institución sobre la política ( que no intereses de partido, quede claro). Seguramente tenemos que clarificar nuestras propuestas y sumar ciudadanos y ciudadanas a la causa del cambio, pero radical y profundo, pues de lo contrario son parches que dejarán sin cura la grave enfermedad que padece nuestro Ayuntamiento y, por consiguiente, nuestro pueblo.
SALUD Y SOCIALISMO MUNICIPAL
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