DE LA REFLEXIÓN, A LA REACCIÓN

Pido disculpas a tod@s por ser tan pesado e incluso reiterativo, pero me niego a morir de análisis y debate.

El debate, el análisis, la reflexión deben tener un objetivo, una conclusión. En el caso del debate que una minoría estamos promoviendo en el PSOE y otros muchos colectivos desde fuera, tiene un objetivo o al menos así lo creo. Personalmente me niego a pensar que todos los esfuerzos que se están haciendo van a ser inútiles y finalmente todo va a quedar igual.

Ante nosotr@s tenemos el reto cuatrianual de unas elecciones. Vamos a afrontarlas con el lastre de las políticas que nuestro partido defiende y nuestro gobierno desarrolla. Como ya han apuntado algunas voces, ¿cómo vamos a afrontar  que los ciudadan@s nos pregunten porqué defendemos lo que defendemos y hacemos lo que hacemos ( como parte del partido gobernante)?. 

Va a ser difícil transmitir un mensaje de optimismo si nosotr@s mismos vemos un negro horizonte, no ya en el futuro electoral, sino en el futuro político de nuestra propia organización. No obstante, estoy convencido que vamos a intentar dar respuesta a esos problemas inmediatos de nuestros convecin@s. Vamos a intentar, allá donde sea necesario, mejorar la democracia local y la vida del pueblo donde vivimos, pues es nuestro pueblo.

El debate va a continuar. Las reflexiones van a ser cada día más numerosas así como las voces que claman un giro socialdemócrata en la política del Gobierno, pero esto va a ser difícil por la bunquerización tanto del gobierno como de la dirección Socialista en su apoyo "inquebrantable" a las decisiones, tomadas la actitud acrítica y la fustigación de toda aquella posición considerada "desleal", No obstante considero que no debemos perder la esperanza del cambio, pero debemos hacer lo que podamos para que las reflexiones y el debate tengan cada día más apoyo entre la militancia, tengan cada día más apoyo entre l@s ciudadan@s: creen conciencia.

Personalmente considero que el cambio no va a venir de una mayor adscripción de militantes a nuestras posiciones sino de nueva militancia, concienciada de que su entrada en el partido tiene un objetivo: derrotar las posiciones socio liberales y la recuperación de las propuestas y políticas socialdemócratas. La alianza de objetivos entre la clase trabajadora, los movimientos progresistas, alternativos, internacionalistas, altermundístas, revolucionarios, es una oportunidad que no debemos perder. La resignación y la atomización progresiva de la izquierda beneficia a una derecha unida y monolítica en sus objetivos. No dilapidemos lo poco que nos queda y seamos leales a nuestras ideas: construyamos socialismo, pero en el PSOE.