Esta lapidaria frase pronunciada por Raul Castro no son un aviso a navegantes; son una declaración de intenciones y un reconocimiento expreso a la situación económica y social de Cuba.
La revolución cubana suscitó y suscita adhesiones y animadversiones irreconciliables. Pero lo que nadie puede negar son los logros sociales conseguidos por éste pequeño país pese a todo. No obstante, uno de los aspectos que la revolución debe revisar es el concepto de libertad ( desde la responsabilidad y huyendo de izquierdismos romanticoides). Si Cuba es capaz de avanzar en la libertad manteniendo la igualdad, es posible que el nivel de adhesiones vuelva a ser importante en la izquierda europea.
Tod@s tenemos claro que Cuba ha sido y debe seguir siendo un referente. Un referente no extrapolable dadas las condiciones objetivas de la revolución cubana y de los condicionantes sobre las que se ha desarrollado. Creo que Raul Castro tiene claro el camino a seguir sin renunciar a lo logros revolucionarios que, sin lugar a dudas, pone a Cuba al frente del desarrollo social y cultural de latinoamerica. Muchos han sido los errores, pero ha llegado el momento de evaluar el nivel de compromiso ideológico del pueblo cubano. Ha llegado el momento de poner a examen el apoyo de la sociedad cubana a su revolución.
Creo que el escenario que se planteó en Europa del Este tras la caida de los regímenes totalitarios no puede ser el que asuma el gobierno cubano. Los avances en educación, sanidad, cultura, etc, no pueden ponerse en manos privadas pues el nivel de retroceso puede ser constatado si volvemos la vista al Este y vemos en que ha derivado un sistema sustentado en el miedo y tiranía de una burocracia que se ha hecho con la riqueza social dejando a la población a su suerte en un sistema ultracapitalista con claros tintes de régimen mafioso.
Personalmente tengo esperanza en el proceso de "perestroika y glasnot" a la cubana, sin los errores que se cometieron en la Unión Soviética. Esperanza en que los espectaculares avances sociales no caigan en manos privadas y en que el compromiso ideológico y político del pueblo cubano para con su revolución prevalecerá y aguantará las dentelladas del capitalismo depredador que espera la total apertura de cuba para "comprar" la isla y venderla a trocitos a las mejores ofertas.
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