LOS SOCIALISMOS DEL PSOE.

Es la impresión general y creencia extendida que “todos y todas las socialistas del PSOE somos lo mismo”, y no es así. La explicación es clara: en el PSOE conviven diferentes tendencias que expresan la pluralidad de opiniones que existen en el socialismo. Desde las tendencias social liberales hasta los socialistas marxistas. Esto, que los socialistas de izquierdas consideramos enriquecedor, es considerado por otros como un signo y síntoma de división interna. Guiarse unilateralmente por la “opinión mediática” es, en este caso, peligroso.

En la actualidad, la mayoría del partido apoya sin fisuras ( aunque con críticas no públicas) las medidas que ha adoptado el gobierno. Sin embargo existe una  opinión organizada en torno a la corriente Izquierda Socialista que mantenemos que, compartiendo la opinión de que las reformas son necesarias, la dirección de las mismas debe ser desde los conceptos de progresividad y justicia social y no asumiendo, sin discutir, la imposición de los órganos defensores de la política ultraliberal y centinelas del capitalismo más salvaje.

No se están contrastando ambas opiniones, simple y llanamente porque los que nos aglutinamos en torno a Izquierda Socialista somos minoritarios orgánicamente y simbólicos si hablamos de órganos de dirección ( en general). Está claro que desde esta posición es difícil, por no decir casi suicida plantear cualquier tipo de batalla ideológica y orgánica. ¿Cuál es el instrumento para variar la clara deriva liberal?. Crecer cuantitativa y cualitativamente. A través de campañas explicativas de las opiniones de Izquierda Socialista, promoviendo debates allá donde tengamos oportunidad, exigiendo el pleno desarrollo de la democracia interna y la participación ciudadana en los debates y decisiones del Partido, etc.

Entendemos que la decisión de militar en Izquierda Socialista ( que pasa por militar en el PSOE) es una decisión difícil e ideológicamente complicada, pero consideramos que, desde fuera la lucha es poco o nada productiva  y un debilitamiento en exceso del Partido a nivel electoral y social reforzaría inevitablemente a la derecha política ( la económica se encuentra a sus anchas) y decantaría, con toda seguridad, la opción del partido hacia ese ansiado centro cuyo final irreversible sería la definitiva pérdida de la identidad socialista y de izquierdas que pudiera quedarle al Partido Socialista. De ahí que la salida hacia otras organizaciones, siendo legítima, en estos momentos únicamente beneficia al sector liberal y de derecha del Partido Socialista, por lo que el único llamamiento posible es “sumemos esfuerzos en Izquierda Socialista por un Partido Socialista”.

Evidentemente alguno estará pensando que la ingenuidad guía mis palabras, pero no es así. Mis palabras y mis convicciones, en este momento son guiadas por la convicción que el Partido Socialista puede y debe recuperar su alianza con la clase trabajadora y los sectores más desfavorecidos de la sociedad, que no son otra cosa que nuestra base social y electoral y, sin lugar a dudas nuestro motivo de existir como Partido, Socialista y Obrero.

Salud y Socialismo.