Como reza el sábio ( sin que sirva de precedente) refrán castizo: " A CADA CERDO LE LLEGA SU SAN MARTÍN". No se puede ir por la vida perdonando la de los demás, por mucha gomina que uno use para alisarse el cabello. No se pueden ir dando lecciones de honradez y honorabilidad cuando algo huele mal en la la Avenida de la Estación. La polémica está servida: ahora dirán que el mismísimo maligno ( por Zapatero) está detras de esta operación y que son unas victimas del sistema "casi bolchevique" que rige en el Estado Español. Victimas de pacotilla, chiripitiflauticos de la política y filibusteros de los negocios... El partido de la gaviota está lleno a rebosar.
Está claro que el efecto ventilador puede utilizarse pero creo (y espero) que l@s ciudadan@s están curad@s ya de tanto espanto y tendrán el suficiente criterio como para valorar por sí mismos el papelón de Ripoll y de los suyos.
Gürtel, Fundescam, Palma Arena...y ahora esta que, a falta de nombre le podrían llamar "ORIHUELA'S VICE AND THE RIPOLLIST".
Camps. el de los trajes y los contratos se estará frotando las manos: un enemigo menos, pero su gozo puede estar en un calabozo, pues pueden encontrarse tres pro-hombres de la derecha cavernícola en la prisión de Fontcalent o de Picasent o incluso la de Villena.
Lo de pedir ahora ( ahora, con toda la jeta) "presunción de inocencia", es una clara muestra de la desfachatez y la poca ( o ninguna) vergüenza de los dirigentes de la derecha maloliente valenciana ( y patria). Ellos, que condenaron a Garzón antes de ser juzgado, que han utilizado todos los medios habidos y por haber para presionar y utilizar a sus peones en el Poder Judicial para crucificar a un "enemigo"....¡ahora pidiendo presunción de inocencia!. Lo que tendrían que hacer es pedir clemencia cuando se encuentren, no solo delante del juez, sino cuando se pongan delante de la ciudadanía a vender....corrupción.
SALUD Y SOCIALISMO.
PD. Espero con impaciencia el desfile de esposados en las comisarias pues, no hay mayor alegria que ver pasar a los representantes de la derecha, engominados y trajeados, con las manos en la espalda y la cabeza gacha de vergüenza, aunque no la hayan conocido.
La apuesta es: ¿Esta gente, con todo lo que llevan a cuestas, podrán volver a ganar la confianza de l@s ciudadan@s en las urnas?. Si eso ocurriera, la única salida sería pedir asilo político en marte.
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