NACIONALISMO.

La actitud de la derecha frente a la plurinacionalidad, multiculturalidad y diversidad del Estado Español es la que es: negación y beligerancia. El socialismo, no solo reconoce estas cuestiones sino que debe potenciarlas frente a un creciente sentimiento de nacionalismo de corte "una, grande y libre". 

La izquierda debe concretar su apuesta federalista y luchar de forma coordinada no solo contra el carpetovetónico sentimiento que la derecha fomenta, sino contra los intentos secesionistas que son fruto, más de la frustración que de la convicción. Creo que está claro que el derecho a decidir es algo que todos y todas tenemos de forma individual o colectiva, pero considero que el encaje plurinacional es posible sin estridencias y sin resentimientos frustrantes. La Coordinadora Federal de Izquierda Socialista PSOE adoptó una resolución en la que, acertadamente hace un llamamiento al trabajo pedagógico y político en nombre de la solidaridad inter territorial opuesto a frentismos poco útiles y claramente crispantes. 

El PSOE, partido Federal y Federalista tiene un modelo territorial y debemos defenderlo como lógico, practico y posible. Sin tibiezas, sin ambajes, con claridad y pedagogía. Pero no podemos quedarnos en el primer escalón de ese modelo territorial, sino que debemos avanzar. Debemos cuestionar abiertamente y plantear alternativas a las anquilosadas Diputaciones. Desde la FEMP con nuestro compañero Pedro Castro al frente, deberíamos iniciar el debate sobre el futuro de las entidades Provinciales y su progresiva sustitución por otros organismos que, infirnitamente más democráticos, estén en la línea de esa estructura cultural y territorial lógica y sostenible.

Si lo pensamos bien, ¿cuantas competencias provinciales podrían desarrollar los municipios asociados?. Quizá todas, pero eso sería demasiado radical y  seguramente nos encontraríamos con una oposición interna que dificultaría la tarea: la poltrona provincial bien remunerada  y reconocida. Esa es otra lucha que requiere pedagogía y decisión.

En el caso del País Valenciano ( acepción cultural que reivindica el carácter de nacionalidad histórica) la supresión de nuestra organización comarcal y su sustitución por la provincial no ha beneficiado en absoluto ese proyecto federal en sus escalones inferiores sino todo lo contrario. Es hora de recapitular y retomar el debate sobre qué estructura territorial queremos y como queremos organizarnos. Esa asignatura la aprobaremos con convicción democrática y federal. De lo contrario, seguiremos los pasos de la derecha y nos "carpetovizaremos" también, renunciando a otra parte de nuestro programa político e ideológico, situándonos más a la derecha y más lejos de los trabajadores y trabajadoras, algo que no parece preocupar pero que si debe ocuparnos, al menos, a los socialistas de izquierdas que sobrevivimos en las filas del PSPV-PSOE.